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Ribadesella canta al son británico

Dorothy Gillett y su marido, John Allan, cumplen 18 años de trabajo con actividades y proyectos musicales en el concejo, al que llegaron como turistas y del que hoy son vecinos

Gillet y Allan en su casa de Camangu; delante, un mapa de Irlanda. P. M.

"Lo único que podemos hacer es dejar nuestra huella positiva en un lugar que nos ha dado tan buena acogida durante todos estos años". Con un español dulce y pausado, plagado de sonrisas, la británica Dorothy Gillett relata cómo ella y su marido, el escocés John Allan, han vivido en Ribadesella durante dieciocho años, donde han cultivado la amistad a través de la música.

Gillett es soprano lírica y John toca varios instrumentos de la música tradicional celta, una afición que desembocó en la visita de la "Newmarket Pipe Band" a la villa durante la quinta edición del Festival de Bandes de Gaites Villa de Ribeseya. Memorial Hugo y Puru, celebrado a principios de este mes. Fue durante el viaje que la británica organizó para su marido por su setenta cumpleaños cuando ambos visitaron la zona de "Sliabh Luachra", un territorio cultural situado al oeste de Irlanda en el que conocieron a la banda de gaitas. Allí comenzó un viaje que continuaría por correo electrónico y en el que se implicaron desde el riosellano Javier Mateos -en cuyo chigre, "El Corquiéu", los diecinueve irlandeses encontraron una casa y que ayudó en todo momento a articular su visita- hasta la "Banda de Gaites Ribeseya" y la concejala de Cultura, María José Bode. La visita fue un éxito y a todos los implicados les gustaría que el próximo año los riosellanos viajasen a Irlanda, aunque los detalles están aún por concretar.

Éste ha sido el último capítulo de la extensa vida cultural que tanto Gillett como Allan han desplegado en Ribadesella. Llegaron en 1995 "como turistas" en un viaje que les llevó por Santiago de Compostela y Oviedo. Ya en la última parte del periplo eligieron Ribadesella "porque quedaba en medio" de camino a Santander. "John había comprado una gaita en Santiago y preguntó en la Casa de Cultura si alguien podría enseñarle un poco la digitación", rememora Gillett antes de que su marido continúe apuntando que en aquel momento era profesor el gaitero José Ángel Hevia, con quien trabaron amistad. Era la época de la feria de ganado, cuando se celebraba en el prau San Juan, y les invitaron "a ofrecer un poco de música" durante el certamen. Con apenas "doce palabras de español" y una emoción que aún brota al pensar en el "Asturias Patria Querida" que los asistentes les cantaron "con una sola voz y con alma" al finalizar su actuación, ambos quedaron unidos a Ribadesella para siempre.

Estuvieron tres años visitando el concejo hasta que decidieron dejar sus empleos -Gillet era directora de Oficinas de Empleo en el Ministerio de Empleo británico y Allan, jefe de Enfermería- e instalarse en Camangu, donde construyeron una casa. La británica dio clases y fundó junto a Carlos Pardo el coro "La Fuentina" (que dirigió hasta 2015) y ahora ejercita su repertorio clásico en bodas, además de acudir junto a Allan (integrante del "Trío Catalina" junto a Txema Pires y Carlos Tejerina) allí donde sus amigos les reclaman para que desplieguen su música y simpatía.

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