La Cuevona de Ardines, en el mismo macizo que Tito Bustillo, se alquila para espectáculos privados. Su titular, el Gobierno regional, autorizó el pasado mes de junio un concierto clásico contratado por una agencia de viajes y cuya celebración no se difundió ni trascendió en modo alguno.
Fuentes de la sociedad que gestiona las visitas a las cuevas, Recrea, confirmaron ayer que esta fue la "primera vez que se usaba la Cuevona para un evento privado de estas características" y que se hizo previa petición de la empresa. La Cuevona sólo se ha usado hasta el momento con tres fines, todos abiertos al público: las visitas, que se gestionan desde el centro de arte rupestre; algunos de los talleres que organiza el mismo equipamiento (o actividades de otro tipo, como la de "lightpainting que hay a finales de mes) y el ciclo de conciertos clásicos que promueve el Ayuntamiento de Ribadesella en verano.
Las mismas fuentes indicaron que, en lo sucesivo, cuando llegue una solicitud de uso privado de este espacio se estudiarán "caso por caso" y se primará "por encima de cualquier otra cosa la conservación del espacio", por lo que la autorización deberá concederse siempre previa consulta con la Dirección General de Patrimonio. La cesión de este espacio no será, en cualquier caso, gratuita, sino que realizar un espectáculo o actividad privada en la Cuevona tendrá un coste. Fuentes regionales no concretaron cuáles serán las tarifas, sino que explicaron que dependerá "del tipo de evento, las horas que vayan a ser o si son varios días. Habría que mirar las condiciones", añadieron. Con 300 escalones para subir, el techo de La Cuevona alcanza en su sala principal los 40 metros de altura y está perforado por un boquete natural que permite el paso de la luz.
