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La seta más guapa del mundo, en Piloña

El vecino Carlos Vitorero encuentra paseando por Ferreros ejemplares de un hongo invasor de Madagascar, una rareza en Europa "inconfundible por su color y belleza"

"Favolaschia calocera", en Piloña. REPRODUCCIÓN DE C. CORTE

Piloña tiene fama de ser un paraíso micológico y hallazgos como el de la seta "Favolaschia calocera" no hacen más que acrecentarla. Los miembros de la asociación "Péu de Llobu" localizaron cerca de Ferreros varios ejemplares de este hongo, considerado uno de los más bellos del reino Fungi, la semana pasada.

El hallazgo es excepcional por varios motivos: es la segunda vez que se detecta su presencia en la península Ibérica (la primera vez fue cerca del Jardín Botánico de Gijón) y la tercera en Europa (apareció en Italia), según explica su descubridor, Carlos Vitorero. Por eso, cuando este vecino de Piloña se topó con ella mientras paseaba por la zona de Campu Casín no daba crédito a lo que veían sus ojos. "Estaba buscando 'Amanita caesarea', de gran valor gastronómico, cuando, de repente, la vi en un palo de roble en el suelo. No tuve ninguna duda de que se trataba de una 'Favolaschia calocera' porque por sus poros anchos. Por su color y belleza es inconfundible", cuenta.

No es la primera vez que Vitorero observa de primera mano esta especie, datada por primera vez en Madagascar y Nueva Zelanda en los años 60 del pasado siglo. "Cuando me enteré de que había aparecido por primera vez en España y que se podía ver en el Botánico de Gijón, me acerqué porque era una oportunidad única. Por eso cuando me la encontré en Piloña no daba crédito". Tal era su escepticismo que, tras hacerle una fotografía, cogió el teléfono para contactar con voces más autorizadas en la materia que le certificasen que efectivamente estaba ante un hallazgo poco común. Los expertos de la asociación micológica de Mieres le dieron la razón. "La cogí el día 14 y la puse a secar, pero ya se me está poniendo pachucha. Al principio estaba guapísima", manifiesta.

La "Favolaschia calocera" fue descrita originariamente en Madagascar, de ahí saltó al continente africano, para ser localizada en Oceanía más tarde. El presidente de la Sociedad Asturiana de Micología, Francisco Casero, se topó con ella en 2003 en Gijón y en 2006 hicieron la primera cita para la península Ibérica. Se trata de una especie invasora sin valor gastronómico pero de gran belleza. Los especialistas aseguran que su color se parece al de un panal de abejas. Sus sombrerillos, también de color amarillo, presentan un pie corto y forma abollada en su parte superior; pueden alcanzar los dos o tres centímetros de diámetro.

No es la primera vez que la asociación "Péu de Llobu" localiza hongos excepcionales. En el año 2000 registraron la referencia en Asturias de la especie "Cortinarius odorifer". El colectivo colabora con algunas de las asociaciones micológicas más importantes del norte de España.

En Asturias, el catálogo provisional de hongos y setas que supervisa el especialista Enrique Rubio cuenta con más de 2.800 especies registradas. La región es una de las pocas donde se pueden encontrar setas durante todo el año.

En Piloña también apareció el pasado fin de semana una "Boletopsis leucomelaena", una especie nunca clasificada hasta ahora en la región.

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