El monte Cayón fue el lugar elegido ayer por el personal de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales para liberar un joven buitre negro. El ave apareció en malas condiciones hace mes y medio, en la zona de La Fayaiza, cerca de Pintueles, y desde entonces ha estado rehabilitándose en el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Piloña, ubicado junto a la piscifactoría de Infiesto.

La liberación se produjo a las 14.00 horas para asegurar la presencia de corrientes térmicas que le permitiesen ascender y desplazarse sin dificultades. Tras despegar con fuerza cerca del lugar donde fue encontrado el pasado 16 de septiembre, el ejemplar planeó ganando altural para alejarse en dirección Suroeste.

Fueron los vecinos de la localidad piloñesa los que alertaron a la guardería de la presencia de un buitre joven con poco peso y dificultades para volar. El buitre negro fue ingresado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Infiesto, donde fue atendido por los miembros del Servicio de Atención Veterinaria y Recuperación de Fauna Silvestre del Principado.

A su llegada a las instalaciones, el ejemplar se encontraba postrado, incapaz de incorporarse, y presentaba una mala condición corporal, con severa deshidratación y debilidad. El buitre, que entonces pesaba cinco kilos, recibió un tratamiento que le permitió ganar peso hasta alcanzar los 9,300 kilos el día de su liberación. En un primer momento, y tras la exploración y monitorización de rigor, se le administraron suero y otros suplementos. Además, fue tratado con antibiótico y antitóxico preventivos.

Tras cuatro días de tratamiento y sueroterapia de mantenimiento, el buitre comenzó a mosrar una paulatina mejoría en los grados de atención y actividad, que a su llegada al Centro eran anómalamente bajos. El ave fue incapaz de agarrar y consumir comida sólida por sí misma hasta seis días después de su recogida, mostrando entonces un apetito voraz. El personal de la Consejería trasladó al buitre negro al voladero el día 29 de septiembre, al constatar una mejoría en cuanto a capacidad de movilidad y allí permaneció, en musculación, hasta el momento de su liberación en el monte Cayón.

Con éste, son ya tres los buitres negros atendidos y rehabilitados en el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Piloña, que comenzó a funcionar en 2009 y por el que han pasado otros animales, como los famosos lobeznos "Paco" y "Tolo" antes de su traslado a Belmonte de Miranda.

El buitre negro es un ave de distribución típicamente mediterránea en Europa, aunque todos los años llegan varios ejemplares a Asturias, dentro de las dispersiones que suceden a la estación reproductora. La mayor parte de esos individuos son jóvenes o inmaduros. Con frecuencia se los ve asociados con buitres leonados, el carroñero más común en la región, donde también existe una buena población de alimoche común y está presente un cuarto buitre, el quebrantahuesos, este último objeto de un plan de recuperación desarrollado por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), que trata de restablecer la población extinguida en los Picos de Europa a mediados del siglo XX mediante la suelta de pollos criados en cautividad con origen en el Pirineo aragonés. El buitre negro también es objeto de un programa de reintroducción, en el sur de Francia, de donde podría proceder alguno de los individuos que llegan hasta el área cantábrica.

La envergadura media del buitre negro (Aegypius monachus) es de 250 centímetros, algo más que la del buitre leonado, y puede rozar los tres metros. Su principal área de distribucuión es asiática, desde Turquía y el Cáucaso hasta Manchuria. España alberga 1.500 parejas, de un total de entre 1.700 y 1.900 en Europa.