El último juicio por el "caso Bankinter" quedó ayer suspendido en Cangas de Onís por la ausencia del perito judicial, que estaba enfermo. "Es la tercera vez que me lo suspenden", se quejaba la denunciante Ana Cuesta, que tendrá que volver al Juzgado de primera instancia el 2 de diciembre. Al igual que otros 18 afectados, Cuesta reclama al banco el dinero que el exagente Jesús Lobato -fallecido en enero de 2014 tras pasar casi un año en prisión- les habría robado.

En total, fueron más de medio centenar los afectados por las supuestas prácticas irregulares de Lobato, que habría utilizado los fondos de sus clientes sin su autorización para sacar préstamos y tarjetas a su nombre o incluso invertir en bolsa. El banco llegó a un acuerdo con algunos pero 19 de ellos demandaron a la entidad y han sido representados por el despacho Espacio Legal de Marcelino Tamargo. El abogado calcula que la estafa ronda los 2,5 millones. Marcelino hizo un "balance positivo" de los 18 juicios ya celebrados. "Se ganaron 17 y estamos a la espera de la resolución del último aunque me hubiera gustado que el banco pagara más: no se ha tenido en cuenta los daños morales sufridos por mis clientes en los últimos 4 años, con los embargos que han tenido y su inclusión injusta en listas de morosos", dijo. El abogado denunció la falta de documentación y controles presentados por Bankinter. "El banco siguió una estrategia para tardar en pagar aprovechando que el Juzgado de Cangas va lento, está colapsado y tiene pocos recursos".