Bajo el lema "Los gobiernos locales promotores de salud y bienestar" se celebró ayer en Infiesto la I Jornada de la Red de Concejos Saludables, organizada por la Federación Asturiana de Concejos (FAC) y el Ayuntamiento de Piloña, con la colaboración de la Consejería de Sanidad. La actividad sirvió para dar a conocer algunos de los proyectos relacionados con la salud que se están ejecutando en Asturias como el Plan Municipal sobre Drogas del Ayuntamiento de Mieres o el Programa Tiempo Propio del Instituto Asturiano de la Mujer.

El director general de Salud Pública, Antonio Molejón, estuvo presente en la inauguración del evento, en el que puso de manifiesto la necesidad de crear sinergias dirigidas a mejorar las intervenciones locales en promoción de la salud comunitaria "y sacar más rendimiento a unos recursos escasos". Tanto él como el alcalde piloñés, Iván Allende, valoraron el trabajo de los colectivos participantes y la cercanía de los consistorios para detectar problemas y solucionarlos. "El código postal es más determinante que la genética en cuestiones de salud", afirmó Molejón, en referencia a que el entorno en el que se nace, se vive y se trabaja juega un papel fundamental en el bienestar.

La presidenta de la asociación El Prial, Ana Gloria Fernández, fue la encargada de iniciar los coloquios con una presentación de la trayectoria de la mesa intersectorial de Salud de Piloña que coordina María Jesús Rodríguez. El proyecto echó a andar en noviembre de 2015 y tras elaborar un diagnóstico de salud se centró en varios frentes como la sobrecarga del trabajo de la mujer rural, las deficientes comunicaciones con el hospital de Cabueñes para las derivaciones sanitarias -el consistorio reclama que se hagan a Oviedo- y los problemas juveniles por la falta de ocio alternativo en Piloña. En este último caso, desde la mesa intersectorial piloñesa detectaron la presencia de hábitos poco saludables como consumo de alcohol, tabaco y otras drogas en estudiantes de secundaria. Para paliar este problema el colectivo trabaja en la creación de una escuela municipal de padres (parentalidad positiva), en desarrollar programas de ocio atractivos que motiven la participación juvenil e incluso adecuar un espacio aún por determinar para los adolescentes en el concejo. Con vistas al futuro, la asignatura pendiente en Piloña es la de realizar un mapeo de recursos saludables existentes en el concejo "que ahora están dispersos y sin coordinar".

El educador social de Piloña, Pablo Longo, tomó parte en las jornadas para presentar el huerto en el que trabajan las personas que perciben la prestación social del municipio , donde se registran 105 familias perceptoras de la ayuda como recurso principal. El educador constata mejoras en hábitos alimenticios y sociales de quienes en la actualidad gestionan 13 huertos en la piscifactoría.