Más de sesenta personas llegadas desde varios rincones de Asturias participaron en la mañana de ayer en las labores para recuperar el antiguo esplendor del sistema de dunas de la riosellana playa de Vega, una de las joyas naturales de la comarca. La actividad, integrada dentro del proyecto Life+ Arcos y coordinada por la Universidad de Oviedo, tenía como principal objetivo la erradicación en este lugar de una serie de plantas invasoras como, por ejemplo, la grama americana (stenotaphrum secundatum), varias especies de grama de agua (paspalum spp) y la bidens aurea, además de contribuir a la limpieza del sistema dunar retirando la basura existente, fundamentalmente, plásticos, que suponen una importante amenaza para la avifauna y el entorno. En total se retiraron el 30% de las especies invasoras, las cuales fueron depositadas en contenedores de dos toneladas de capacidad.

"El objetivo es, en cuatro años, recuperar el aspecto natural de esta playa. Estamos muy contentos del resultado final", aseguró Tomás Díaz, director del proyecto, catedrático de Botánica en la Universidad de Oviedo y decano de la Facultad de Biología.

"Las plantas invasoras llegan de manera involuntaria mediante coches, por la ropa o por el calzado", explicó antes de ponerse manos a la obra para retirar estas especies junto al resto de los voluntarios. Salvaguardar la zona de dunas restringiendo el paso a determinadas zonas o habilitar pasarelas de madera hasta el arenal, reintroducir especies autóctonas que sustituyan a las invasoras y señalizar los espacios protegidos son algunas de las medidas propuestas para salvaguardar estos entornos.

"Europa nos obliga a salvaguardar lugares como este y a tomar medidas para evitar que sean tomados por plantas invasoras", señaló.

Los ovetenses Eva López, Luismi Meso y la pequeña Naia López se afanaban ayer por retirar plantas no autóctonas de la playa de Vega. "Es una iniciativa interesante. Trabajo en este ramo y conozco la problemática", aseguró Eva López.

Los gijoneses Laura Traviesa y Alberto Álvarez participaban por primera vez en una actividad de este tipo. "Solíamos venir a esta playa cuando no estaba masificada. Estamos aquí para recuperar la playa y el recuerdo que teníamos de este lugar", aseguraron. El ovetense Lolo Arnaiz no dudo en apuntarse como voluntario para participar en la recuperación del arenal "por sensibilidad ambientalista", señaló. "Hay que colaborar en actividades como ésta para resolver los problemas que nosotros mismos hemos creado", dijo.

Este proyecto pretende recuperar también el sistema dunar de Barayo, situado entre los municipios de Navia y Valdés, y el de la playa de Verdicio, en Gozón, además de otros siete arenales repartidos entre Cantabria y el País Vasco. Debido al éxito de la jornada está previsto que repita durante el año que viene.