Arriondas se volcó con la castaña durante la concurrida jornada de ayer en la que la capital del concejo de Parres celebró por todo lo alto la vigésima sexta edición del certamen que tiene como protagonista a este fruto. Quince cosecheros pusieron a la venta más de 1.500 kilos. El kilo se vendió a un precio de 3 euros. La valduna, conocida como la variedad pata negra, que se puso a la venta a 5 euros. El tiempo, según los cosecheros, no ayudó este otoño a que la castaña se diese en todo su esplendor, pese a lo cual, buena parte de ellos destacaron la calidad del producto.

"Venimos todos los años a por castañas a Arriondas. Las pelamos y las metemos en el horno. Nos gustan con locura", dijo el vecino de la localidad colunguesa de Lue, César Granda, mientras adquiría tres kilos. La llanisca Rosa Pérez se hizo con dos kilos y medio de este producto con la intención de hacer, con parte del mismo, castaña dulce confitada.

El matrimonio formado por Pablo Palacio y Carmen Suárez puso a la venta en su puesto más de cien kilos de castañas. "Se está vendiendo más que el año pasado. El ambiente es muy bueno", señalaron. Palacio aseguró que aún queda mucho fruto por recoger. "No vino todavía el aire de sur de las castañas que las seca", puntualizó su esposa.

El primer premio del certamen fue para Hortensia González, de la localidad parraguesa de Huexes, quien puso a la venta 350 kilos. "Están las castañas muy atrasadas este año pero a la vez muy sabrosas", dijo mientras junto a sus nietas acicalaba el deslumbrante puesto que instaló y atendía a los clientes. A mediodía de ayer González agotó la variedad valduna.

Desde Nava no faltó a su cita con el certamen parragués por vigésimo cuarto año consecutivo María Antonia Poladura, quien recibió el tercer premio del certamen. "Unas vacas entraron en el castañéu y nos fastidiaron parte de la cosecha", explicó. El cántabro de la localidad de Noja, Eloy Lavín, no dudó en darse un garbeo por el recinto ferial junto a varios amigos y familiares. "Estamos pasando aquí unos días y hemos venido a por castañas. Nos gustan mucho y tienen muy buena pinta", señaló.

El gijonés Antonio Pego y su esposa decidieron pasar la jornada dominical a orillas del río Sella para adquirir castañas. "Me gusta comerlas de todas las maneras, aunque asadas están especialmente buenas. Estoy deseando llegar a casa para probarlas", manifestó.

Álvaro Beltrán se acercó al recinto ferial para comprar un kilo de castañas que enviará, por encargo, a Madrid. "Vengo al certamen siempre que puedo. Este año me han hecho una petición y las castañas viajarán varios kilómetros", dijo.