La alegría más mundana, la que da una buena cerveza, entra cada Navidad en los monasterios de buena parte de Europa y llegará a Colunga del 2 al 4 de diciembre. Lo hará a través del I Festival de Cervezas de Navidad, una iniciativa del párroco local, Gaspar Muñiz, quien cuenta con la total colaboración de la comisión de festejos de Loreto. En total son unas veinte personas volcadas en un evento que se unirá al mercadillo navideño que Muñiz lleva organizando tres años en el pórtico de la iglesia.
De los adornos y dulces tradicionales que se venden en estos mercadillos han salido los fondos para muchas de las mejoras que se han hecho en parroquias como San Juan de Duz, y próximamente en Colunga y esta ocasión habrá un motivo más para celebrar. "Es una tradición europea muy bonita y aquí muy poco conocida", explica el párroco antes de aclarar que su intención no es competir con nadie, sino organizar algo "diferente, específico y vinculado con la Navidad".
Muchas de las cervezas que se venderán entre los días 2 y 4 en las inmediaciones de la iglesia de San Cristóbal el Real han sido elaboradas en monasterios belgas, y otras proceden de factorías que respetan la receta trapense original. "Son cervezas especiadas con canela, anisete, regaliz o chocolate", pone Muñiz como ejemplo antes de advertir de que tienen catorce grados. "Los monjes tenían que hacer ayunos muy grandes en Adviento y pedían permiso al Papa para elaborarlas. Necesitaban tener energía para atender el ganado y la huerta, alimentarse de alguna forma", detalla el sacerdote, quien mostrará a los asistentes al festival cómo era el "rito propio de bendición" de estas cervezas, que en Colunga se hará en castellano en lugar de en latín. Se trataba de bebidas que se hacían sólo para Navidad. Comenzaban en San Miguel, en septiembre, y la bebían por San Nicolás, el 6 de diciembre. Por último, el día de Navidad metían a fermentar las cervezas para el año siguiente.
Queso "Donor Fakila"
El festival incluirá productos gastronómicos propios de centro Europa como la lombarda y el "chukrut" (fermentado de col blanca), turrones artesanos elaborados en la parroquia y el principal acompañante de estas cervezas: los quesos. Los promotores han encargado a la quesería maliayesa "Los Caserinos" elaborar un queso de tirada limitada que lleva treinta días sumergido en cerveza. Se harán sólo treinta quesos, a los que han bautizado con el nombre de "Donor Fakila", en referencia al benefactor del monasterio de Libardón al que hace alusión el "Ego Fakilo", el documento más antiguo que se conserva de la Edad Media en la península ibérica, de 803.
"Para el año que viene saldrá el 'Aba Petrus', el cura de entonces", avanzó Muñiz, interesado en abordar las "raíces más profundas del concejo". El queso estará, además, apadrinado por el "Círculo Gastronómico de Quesos", cuyos integrantes realizarán una cata pública solemne el viernes (20 horas) para abrir un festival que, sin duda, dará que beber y conversar.
