Una visita guiada a cargo del profesor de Prehistoria de la Universidad de Oviedo Marco de la Rasilla sirvió ayer para dar por inaugurada en Infiesto la exposición "Los 13 de El Sidrón". La muestra, que se podrá visitar de forma gratuita (todos los días en horario de mañana y tarde durante los festivos y vacaciones, y de viernes a lunes en temporada baja) en el edificio de la Obra Pía contiene réplicas de restos óseos y artefactos líticos de algunos de los 13 neandertales que aparecieron en la cueva piloñesa, ubicada entre Vallobal y Cadanes.

En la visita inaugural tomó parte ayer la directora de área de Promoción y Difusión de la Investigación de la Universidad de Oviedo, Isabel Ruiz de la Peña, destacó la repercusión internacional de las investigaciones, que echaron a andar en el año 2000 de mano del catedrático Javier Fortea, ya fallecido. "Será un gran reclamo para que los centros educativos vengan a disfrutar y a aprender y también para un turismo cultural de calidad", manifestó.

Por parte de la Consejería -que impulsa el proyecto junto a la Universidad de Oviedo, el Consistorio piloñés, la Fundación Marqués de Vistalegre y el Plan Estratégico de Comercio y Turismo de Piloña- estuvo presente la directora general de Patrimonio Cultural, Otilia Requejo, que puso en valor la investigación multidisciplinar realizada en el Sidrón, pionera en encontrar ADN nucleares de neandertales. Requejo cifró en 1,8 millones de euros el dinero aportado por el Principado al proyecto.

De la Rasilla, responsable de la exposición, adelantó que aunque oficialmente se dejó de excavar en el Sidrón en 2014, las investigaciones seguirán arrojando datos sorprendentes en la próxima década. El profesor puso en valor la muestra "producto de una investigación muy larga en la que participaron de media 50 expertos en diferentes materias y que se instala de forma definitiva en Piloña tras ser visitada por 80.000 personas a su paso por Altamira o Alicante", dijo. El alcalde piloñés, Iván Allende, agradeció la implicación de la sociedad civil en el proyecto y apostó por el edificio de la Obra Pía, que también alberga el Museo del Reloj, una capilla y la oficina de turismo.