El fiscal del "caso Unquera-Llanes" vive momentos difíciles. Emilio Valerio, uno de los hombres "clave" en el laberinto judicial en el que se vio atascado durante años el tramo más oriental de la autovía del Cantábrico en Asturias, ha sido apartado cautelarmente de su cargo como "número dos" de la Fiscalía Provincial de Madrid y se le ha abierto un expediente disciplinario por realizar, supuestamente, actividades empresariales incompatibles con su puesto. Valerio podría ser expulsado de la carrera si finalmente es estimada la propuesta que la anterior fiscal general, Consuelo Madrigal, elevó al ministro de Justicia, Rafael Catalá, y que ya ha sido informada favorablemente por el Consejo Fiscal. Este periódico intentó ayer sin éxito obtener la versión de Emilio Valerio.

¿Cuál es el presunto "pecado" del fiscal del "caso Unquera-Llanes"? Gestionar personalmente un entramado de empresas dedicadas a la producción y exportación de productos agroalimentarios y un bar, algo que, según se indica en la acusación, es incompatible con el ejercicio del cargo de fiscal.

El papel de Emilio Valerio en el "caso Unquera-Llanes" fue relevante. El 31 de diciembre de 1999 la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, como consecuencia de sus investigaciones, denunció numerosas irregularidades y el falseamiento del estudio de la autovía y diversos informes. Valerio había incluido en la denuncia hechos demoledores, como que el 90 por ciento de los datos topográficos incluidos en el expediente de Unquera-Llanes eran incorrectos, como desvelaron, cada uno por su lado, el entonces alcalde de Llanes, el socialista Manuel Miguel Amieva, y el exministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos.

También averiguó Valerio que se había elegido un trazado determinado con la excusa de no dañar a monumentos y parajes situados a decenas de kilómetros de distancia, como la ría de Villaviciosa o la sierra del Sueve. Y también que se había informado la imposibilidad de acometer un trazado determinado cuando, en realidad, era perfectamente viable. Y todo ello para desviar el trazado de la autovía y alejarlo de zonas en las que se pretendían acometer actuaciones urbanísticas, como la ería de Cue y Andrín, y para evitar que se estudiara la posibilidad de construirla por el Valle Oscuru de Llanes, como exigía la legislación vigente.

Emilio Valerio, que como fiscal de Medio Ambiente de Madrid, ha sido el azote de muchos planes urbanísticos y de numerosos alcaldes y constructores, denunció por las irregularidades observadas en la tramitación del tramo Unquera-Llanes a tres funcionarios, dos de ellos asturianos, a los que imputó los delitos de prevaricación y falsedad documental.

La batalla judicial, encarnizada, se centró en decidir dónde se instruiría el caso. Valerio, que tiene en la actualidad 60 años y suma 36 como fiscal, defendía que el juicio debía desarrollarse en Madrid, pues todos los actos administrativos relevantes de la tramitación de la autovía se habían firmado en la capital de España, donde además tiene su sede el Ministerio de Fomento, impulsor del proyecto. Las defensas de los tres acusados defendieron que el caso debía instruirse en Oviedo, donde se había producido la mayor parte de los hechos. Los juzgados competentes de Madrid y Oviedo se inhibieron cada uno en favor del otro, lo que obligó a intervenir a instancias superiores, que decidieron que el caso se trasladara a la capital asturiana.

Funcionarios absueltos

Ya en los juzgados asturianos, el nuevo fiscal obvió la denuncia de Valerio y propuso archivar el caso. Y los jueces absolvieron a los tres funcionarios encausados, al no observar indicios de delito y al considerar que únicamente hubo "errores" "equivocaciones" e "incorrecciones" al tramitar Unquera-Llanes. Y Emilio Valerio se separaba para siempre del "caso Unquera-Llanes".

No obstante, los "descubrimientos" de Emilio Valerio, unido al trabajo de la Asociación Vecinal "Peña Tú", sirvieron para que el trazado de la autovía del Cantábrico fuera reconsiderado durante la etapa de Álvarez-Cascos al frente de Fomento, y para que, tras muchas peripecias, fuera desechado aquel al que favorecían los datos incorrectos y que fuera elegido el que defendía "Peña Tú", por donde discurre en la actualidad la Transcantábrica.

El inicio de acciones penales paralizó la tramitación de Unquera-Llanes, oficialmente desde el 19 de enero de 2002, aunque en realidad ya estaba parado desde el último día de 1999. El "parón" se mantuvo hasta el 23 de octubre de 2003, cuando Álvarez-Cascos ordenó iniciar el tercer estudio informativo del tramo. Un mes más tarde, la Audiencia de Oviedo archivaba el caso por el supuesto falseamiento del tramo.

Valerio se había dado a conocer con la investigación del caso Santiago Brouard, dirigente de la izquierda abertzale vasca asesinado por los GAL.