La de la depuradora de Buelna, en Llanes, es la historia de un sinsentido. Así lo afirman los vecinos de la localidad, que vieron como la instalación comenzaba a construirse en el 2006, como las obras se prolongaban durante dos años y como, finalmente, jamás llegó a funcionar. Todo ello después de haberse gastado allí el Ayuntamiento, que financió la obra en solitario, 1.254.000 euros. El contador de la estación, a cero, da cuenta de que nunca depuró. Por esta razón, se han seguido vertiendo las aguas fecales de Buelna y Pendueles directamente al mar, y por ello el Ayuntamiento de Llanes ha tenido que afrontar frecuentes multas de miles de euros, impuestas por la Confederación Hidrográfica del Norte.
El concejal de Obras de Llanes, Juan Carlos Armas, reveló a este periódico que en unos días firmará un convenio con la empresa Asturagua para poner en marcha la depuradora. Claro que antes habrá que revisar la instalación y ponerla a punto. Lleva ocho años abandonada a su suerte. El contrato con Aquagest para que funcione esta depuradora le costará al Ayuntamiento unos 35.000 euros al año.
Es, tal y como reconoció Armas, un modelo de depuradora ya "obsoleto", y por ello, aunque funciona, requiere "atención de los especialistas", y lo seguirá requiriendo.
Pero la depuradora se enfrenta a otro peligro aún mayor: las inundaciones. La instalación, pese a las advertencias de los vecinos, se construyó en un paraje conocido como Cienos, que como si nombre indica sufre frecuentes inundaciones. De hecho, la depuradora nunca funcionó porque antes de su puesta en funcionamiento quedó anegada por el agua. Por todo ello, Armas busca financiación para construir una nueva depuradora en un otro lugar. Costaría unos 300.000 euros.
De momento Armas quiere que la depuradora eche a andar. Confía en que los trabajos previos a la puesta en marcha no se vayan más allá de la Semana Santa . Todo ello, "si no llueve", admitió el concejal de Obras.
