Llanes, Emilio G. CEA

Una aventura en África que mezcla solidaridad y deporte. El llanisco Alfonso Rumayor tomará parte por tercer año consecutivo de la Maroc Challenge Winter. Lo hará en compañía de su mujer, Carla Cabral, a bordo de un Land Rover Defender repleto de ropa infantil, material escolar y deportivo que irán entregando a todos cuantos niños y mujeres encuentren en los diferentes poblados de Marruecos por donde transcurre el rally. El grueso del cargamento lo entregarán al colectivo "Escuelas Nómadas" para su distribución. La aventura que partió el jueves desde la playa de Toró les llevará a recorrer 4.500 kilómetros en doce días.

Buena parte del material que se repartirá ha sido adquirido gracias a la solidaridad de los llaniscos y los turistas que, durante este verano, han colaborado con esta iniciativa adquiriendo chapas, mecheros o ceniceros de playa que se ponían a la venta en diferentes puestos de helados Revuelta, a cambio de la voluntad de los donantes. También han colaborado particulares y comercios.

"Es una experiencia increíble que engancha y hace repetir", explica el aventurero llanisco. En su mochila particular Rumayor guarda un sinfín de anécdotas. "El año pasado rompimos la caja de cambios y un mecánico de la zona nos la desmontó por la noche y nos la arregló. La gente es muy hospitalaria y acogedora. Dejan lo que estén haciendo para ayudarte", cuenta. Una de sus anécdotas favoritas tuvo lugar el año pasado. "Entre el material que llevábamos había unas botas de fútbol. Se las di a un niño al que le gustaba mucho el fútbol, pero le quedaban grandes. Él me dijo que daba igual, que se las daba a su hermano, que era mayor. Al día siguiente la etapa volvió a terminar en su poblado y andaba por allí con las botas puestas a pesar de que le quedasen cinco números grande", relata.

Los aventureros llaniscos pasaron ayer las verificaciones y hoy pasarán a Marruecos. La prueba, en la que tomarán parte ciento sesenta participantes de todo el mundo, se dividirá en seis etapas de un total de 2.000 kilómetros. "Dormiremos en sacos en el techo del Land Rover. Hay noches que la temperatura llega a ser de diez grados bajo cero", explica mientras, con un mapa sobre el capó del vehículo, describe los desiertos rocosos y los desiertos de arena por los que cruzará.

Rumayor anima a la gente embarcarse en este tipo de aventuras. "Mi mujer era reacia a ir, pero la experiencia le gustó tanto que este año repite", subraya el rey mago llanisco, que durante los próximos días repartirá regalos entre la población marroquí más necesitada.