La pista polideportiva de Lastres ya tiene barandilla de protección. Un mes y una semana después de que el maliayés Severino Canteli, de 85 años, falleciese tras caer al firme desde un desnivel, operarios de la empresa Dicometal Carrales, de Caravia (contratados por el Ayuntamiento de Colunga) concluyeron ayer la instalación de los 45 metros de barandilla galvanizada. Se trata de una técnica que la protegerá de la humedad y las inclemencias del tiempo e impedirá que se oxide. El tratamiento es, según ha podido saber este periódico, el motivo de que la protección tardase más de lo esperado en estar lista para colocarse.

Cuenta, además, con "tramex", un sistema que impedirá que los balones pasen para el lado del aparcamiento, que también ha sido vallado. La barandilla tiene dos pasamanos, a dos alturas diferentes: una para niños a unos 75 centímetros y otra que se eleva hasta el metro, para adultos. Los lastrinos consultados estaban ayer contentos por la instalación, aunque fueron muchos los que apuntaron la necesidad de que abarcase un tramo mayor del perímetro del polideportivo. Sobre todo, apuntaron, el situado frente a los escalones de mayor tamaño, que no se usan para bajar pero sí suponen "un peligro".

La barandilla se encargó al día siguiente del accidente, pero algunas familias de niños que juegan en el entorno, así como la Asociación de Vecinos de Lastres y Luces, ya habían solicitado su colocación antes del fatal siniestro. Tanto el colectivo como la familia del fallecido y los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Colunga (PP y Foro Asturias) pidieron intervenir de inmediato y las críticas vecinales también se han dirigido a la falta de luz que había en la zona cuando Severino Canteli falleció. Destacan, además, que los barrios de El Carmen y El Manso son los más poblados de la villa marinera y los que menos iluminados están.