Noel Pruneda (Nava, 1989) es estudiante de doctorado en la Universidad de Granada, donde realiza una investigación sobre geopolítica del mundo árabe. Ayer estuvo en el instituto de Luces (Colunga) para hablar sobre "islamofobia", dentro del "Programa de Igualdad" que se imparte en el centro colungués.
-Dos atentados en una semana, Berlín y Ankara: ¿cuántas veces ha tenido que desplegar sus argumentos contra la islamofobia y a favor de los refugiados?
-Bastantes veces. Si analizamos seriamente la situación, creo que tiene poco sentido culpar a los refugiados: más de la mitad son menores de edad y muchos vienen en núcleos familiares huyendo del extremismo y la violencia. Si el Estado Islámico quiere atentar en Europa, tiene la suficiente capacidad como para introducir a sus hombres en territorio europeo sin hacerlos pasar por las calamidades que sufren las personas refugiadas.
-¿Hay que acogerles?
-Creo que sí. A pesar de que el Gobierno español está demorando al máximo su compromiso de acogida, nuestra región se ha comprometido a acoger a 400 personas. Además, existen una serie de fondos europeos para la acogida de personas refugiadas, y por lo tanto, este proceso no supondría una carga al Principado.
-¿Qué le dice a quien esgrime el miedo como argumento?
-Creo que es difícil que este proceso de radicalización le pase a alguien que está asentado y se siente querido, o útil, en una región." Recomiendo que la gente se aproxime sin prejuicios. Veo la llegada de refugiados como una oportunidad única para acercarnos a las realidades que imperan al otro lado del Mediterráneo.
-¿Es el del terrorismo un problema sobredimensionado?
-Las estadísticas oficiales demuestran que las muertes por terrorismo en Europa occidental han disminuido desde los años noventa. Por otra parte, si comparamos las cifras, vemos cómo el año pasado hubo en Europa occidental 175 muertos por terrorismo, frente a los casi 18.000 en Oriente Medio y África del Norte.
-¿Qué otros mitos se están difundiendo?
-Esto es precisamente lo que está sucediendo. Vivimos en un clima de violencia mediática descomedida que, en última instancia, permite que las operaciones militares desatadas en el mundo musulmán estén justificadas por las poblaciones occidentales. Creo que el mayor mito que se ha difundido es que el Islam es un todo homogéneo y que es una religión que ha permanecido inmutable al paso del tiempo. Para analizar el radicalismo actual no es necesario hacer un "flash back" hasta la época en la que vivió el Profeta, basta con ojear las consecuencias de los procesos de "colonización-descolonización" para encontrar el caldo de cultivo y las motivaciones de las personas radicalizadas.
