"Hay más funcionarios que pastores en el monte inspeccionando el ovino y caprino para no pagarnos la prima, para ver cuánto veneno escondemos..." Fue la queja de los ganaderos asistentes a la Feria de Navidad de Onís, antaño conocida por la calidad de su reciella. Quienes se pasaron por el recinto de El Vallín, en Benia, se llevaron una gran decepción al comprobar que no se puso a la venta ni una sola res. El público achacó la falta de ganado a una inadecuada gestión por parte de las administraciones y a la tendencia a vender el vacuno en el domicilio, informa C. C.