Una sala de espera abierta durante todo el día. Eso es lo que solicitan algunos usuarios del centro de salud de Infiesto. Los pacientes se quejan de que cuando se produce una urgencia durante la tarde o en el fin de semana que obliga a ausentarse al médico o la enfermera de guardia el centro cierra sus puertas y se ven obligados a esperar en la acera.

"Sólo queremos una sala con baño para esas situaciones de urgencia y que el enfermo esté al menos resguardado de la intemperie porque puede pasar más de dos horas hasta que vuelvan los sanitarios y muchos usuarios del concejo son personas mayores", explicó un lugareño que lleva desde 2010 reclamando a las autoridades regionales el acondicionamiento de un espacio de espera cubierto. En febrero de ese año, este vecino recibió una carta del entonces gerente de atención primaria del área sanitaria VI Jesús Pérez en el que le pedían disculpas por la incomodidad sufrida en la espera de asistencia en el centro piloñés y asegurando el estudio de una posible solución. "Han pasado seis años y no hemos tenido noticias nuevas", se queja el usuario. Por su parte, el alcalde de Piloña, Iván Allende, aseguró que trasladó el problema al consejero de Sanidad durante las últimas reuniones y que el tema no salió a relucir durante los últimos encuentros de la mesa intersectorial de salud "porque se priorizaron otros como las mejoras del hospital de Arriondas y las derivaciones a Oviedo", dijo. El alcalde cree que una posible solución sería modificar el sistema de cierres del centro para dejar una sala aislada durante todo el día en la que los usuarios pudieran esperar.