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Una empresa proyecta un cultivo de alga kombu en mar abierto junto a Lastres

La actividad está ahora en pruebas - en una superficie de 18 por 24 metros, pero aspira a ocupar 1,87 hectáreas

El puerto de Lastres. P. MARTÍNEZ

La empresa "Algas de Asturias SL" proyecta un cultivo de alga saccharina latissima, más como alga kombu, en el mar abierto en Lastres. La superficie sembrada en la actualidad mide 18 por 24 metros, pero la compañía aspira a ampliarla hasta las 1,87 hectáreas autorizadas en la concesión de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales.

Los empresarios solicitaron la concesión en 2006, que el Gobierno regional concedió dos años después. El cultivo está en una estructura fondeada con cabos y realizada con aluminios preparados para el mar que han sido reciclados de antiguos pantalanes. Con este material han hecho los jaulones, rellenados de bloques de hormigón que también han sido reciclados, pues se han aprovechado los bordillos de acera. Fuentes de la empresa han indicado que han triplicado el peso recomendado "para tener seguridad" y "de momento ha resistido los embates del Cantábrico".

Se trata de un "reto nuevo" en el cultivo de algas, pues sólo existe otra experiencia en mar abierto y está en Francia. Lo más habitual es que estén en rías y estuarios, donde las instalaciones sólo hacen frente a dos mareas al día. "Algas de Asturias" ha obtenido la concesión para la variedad saccharina latissima, vulgarmente conocida como kombu azucarado o kombu royal. Se trata, junto al alga wakame, de una de las dos variedades más extendidas en el mundo y es "autóctona de la zona", apuntan los empresarios, antes de remarcar que en Asturias "está en claro retroceso. Nuestro interés es empresarial, pero también se colabora en la repoblación", añaden. Las colonias de la región han ido desapareciendo. El cultivo de "Algas de Asturias" se destinará a consumo humano y, en principio, la empresa prevé destinar el 90 por ciento a la exportación a Europa, aunque no están cerrados a otras zonas y saben del interés desde Japón. "Es un alga con propiedades saludables, enclavada en lo que ahora se llaman los súperalimentos", apuntan las mismas fuentes, a quienes les gustaría que se produjera una "identificación con Lastres y lo que supone su historia de pesca y gastronomía". La suya es, subrayan, una actividad "tradicional en otras zonas del mundo", aunque aquí haya más explotación de algas de arribazón, que además favorece la pesca, pues "está comprobado que donde hay campos de algas hay una auténtica guardería de peces alevines, se presta a refugio de poblaciones pequeñas y de algunas especies, sobre todo de marisco".

El proyecto está en pruebas y el próximo año esperan desarrollar un cultivo más amplio y certificarlo como ecológico. Les gustaría que de la riqueza que desean crear, "quede buena parte en Lastres y alrededores" y destacan su "agradecimiento" a todos los lastrinos y "en especial a la comunidad portuaria. Lo mismo a los miembros de la Cofradía de Pescadores, a muchos patrones y al club náutico". También han colaborado las instituciones, pero esperan algo más de ayuda por parte del Instituto Oceanográfico de Santander, que cuenta con una semilla mejorada con "mayor resistencia o tolerancia al cambio de temperatura del Cantábrico". Para los empresarios se trata de un "handicap" y se consideran "en desventaja frente a otros competidores", como alguna empresa gallega "que cultiva en rías".

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