El equipo de gobierno de Parres, que encabeza el socialista Emilio Longo, está haciendo los deberes. Con nota. En solo dos años ha reducido su deuda viva (la que se adeuda a las entidades bancarias por préstamos a largo plazo) en 1,1 millones, y ha conseguido cancelar el préstamo solicitado para pagar las facturas pendientes a los proveedores, que ascendía a 520.000 euros. De hecho Parres fue el primer municipio de la comarca y uno de los primeros de España que saldó el crédito del pago a proveedores, en octubre del año pasado.
Longo calificó ayer de "equilibrada y sostenible" la situación económica del Ayuntamiento, que ya paga las facturas de sus proveedores a veinte días, algo impensable hace unos años.
El Ayuntamiento de Parres tenía el 1 de enero de 2015 una deuda viva de 1.615.000 euros. El esfuerzo de ahorro y gestión contenida protagonizada por el Gobierno de Longo permitió cerrar aquel ejercicio con un importante remanente de tesorería positivo, lo que posibilitó reducir la deuda en 730.000 euros. Este año ha seguido el mismo camino y ha reducido la deuda en 364.000 euros, casi 1.000 euros al día.
Resultado de todo ello es la cancelación de un crédito bancario de 100.000 euros y la disminución del capital pendiente de amortizar de otros dos. En la actualidad, el Ayuntamiento de Parres tiene solo abiertos dos créditos, que suman 521.257,82 euros de capital pendiente de amortizar. Longo estudiará si cancelarlos, aunque tal vez no interese porque la práctica totalidad de los intereses están ya abonados, por lo que el ahorro por una cancelación anticipada sería mínimo.
El Alcalde destacó que equilibrar las cuentas de un ayuntamiento que hace un lustro presentaba una situación económica delicada se consigue "administrando los recursos como si fueran propios, igual que en una economía familiar: contabilizando euro a euro gastos e ingresos". El equipo de Gobierno redujo, sobre todo, "el gasto corriente menos prioritario, lo menos sensible", como los capítulos de protocolo, fiestas o sueldos de los políticos (están en la mitad de lo que sumaban en el anterior mandato).
Hubo que "apretarse el cinturón" para "poner las cuentas al día y eliminar deuda", porque Longo se empeñó en "no tocar los servicios públicos" y mantener "el apoyo a las asociaciones sin ánimo de lucro" y la inversión. También salieron a flote muchas propiedades que no pagaban el IBI, lo que permitió bajar este impuesto un 30 por ciento.
