La comarca oriental asturiana está viviendo en las últimas semanas la mayor oleada de robos de los últimos años. Según diversas fuentes, podría haber dos bandas diferentes operando en la zona, y al menos una de ellas previsiblemente integradas por ciudadanos extranjeros.

Una de las bandas es la que ha protagonizado siete robos en Posada de Llanes en el último mes. Este grupo, perfectamente organizado y quizá integrado por un número elevado de miembros, opera en localidades situadas alrededor de la autovía del Cantábrico, entre Cabezón de la Sal (Cantabria) y Ribadeo (Galicia). Buscan establecimientos comerciales. Utilizan la Transcantábrica como vía de escape y sus asaltos duran unos minutos. En Posada de Llanes han asaltado una óptica, una ferretería, una tienda de material agrícola y, por dos veces, una cervecería y un estanco.

Hay una segunda banda, organizada también, que opera en las zonas rurales y busca y vigila segundas residencias o viviendas en las que sus ocupantes se ausentan por un rato. Los investigadores creen que actúan tres individuos, dos de los cuales penetran en las viviendas, mientras que el tercero aguarda en un coche, preparado para la huida. Han robado casas en localidades como Pancar, Naves y Berbes (Ribadesella), entre otras.

Hace menos de un mes eran detenidos en Unquera (Cantabria) dos jóvenes asturianos que se dedicaban a robar establecimientos con máquinas tragaperras. Habían protagonizado, al menos, cinco asaltos o intentos de asalto en Cantabria, y los investigadores creen que fueron también los presuntos autores del robo acaecido en el bar de la estación de autobuses de Llanes.

Finalmente, hubo también hace unas semanas un robo en un bar de la localidad llanisca de El Mazucu. En este caso los investigadores creen que fueron vecinos del concejo.