Las empresas que ofrecen descensos en canoa por los ríos Cares y Deva denuncian que el Ayuntamiento de Val de San Vicente (Cantabria) ha cerrado la zona que utilizaban para el desembarco, Campa Larga, una medida que consideran "contraria a la normativa legal" y que roza, a su juicio, la prevaricación, pues, aseguran, ahora se permite el uso del terreno a empresas que se dedican a secar ocle. La mayoría de las empresas que operan en la zona están ubicadas en Unquera, pero hay dos que trabajan desde Panes y que se consideran las más perjudicadas. El cierre del terreno se produjo, según la versión de estas empresas, después de un incidente con un vecino del pueblo de Molleda.

Tras varios intentos, el alcalde de Val de San Vicente, Roberto Escobedo, recibió finalmente a las empresas en el mes de septiembre, pero les comunicó que no iba a dar marcha atrás en la decisión y ofreció como única alternativa desembarcar un kilómetro más adelante, pasada la ría de Unquera y los puentes de la autopista. Escobedo señaló ayer que no hará declaraciones sobre este asunto hasta la jornada de hoy.

Las empresas se negaron al traslado por varios motivos. "El primero es el evidente trastorno hacia nuestros clientes. Además, la ría siempre tiene el viento en contra, a lo que hay que sumar la corriente también contraria cuando sube la marea. Pero lo peor es el olor y los restos de las cloacas de varios edificios que allí desaguan los restos fecales", indica Andrés de la Torre, de una de las empresas de turismo de aventura que operan en la zona.

Los afectados recuerdan además que los hierros que hay debajo de los puentes de la autopista ya provocaron en su día un accidente, a raíz del cual se vieron obligados, por denuncias de Costas y del Ayuntamiento, a mudarse precisamente a Campa Larga, de donde quieren echarles ahora. "Y el terreno de Campa Larga se acondicionó a costa de las propias empresas", remarca De la Torre.

Los empresarios quieren reunirse con todas las partes implicadas, incluida la Junta Vecinal de Unquera (propietaria de un tercio de la finca afectada), y confían en mantener también un encuentro con la Consejería de Turismo de Cantabria, al considerar que el descenso en canoa es "una actividad clave para el desarrollo de la zona". Los empresarios tienen un problema añadido: quieren ofertar sus productos en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que se celebra en una semana en Madrid.