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Los alcaldes asturianos reclaman diálogo para resolver el conflicto

Los alcaldes de Peñamellera Baja, José Manuel Fernández (PP), y Ribadedeva, Jesús Bordás (PSOE), no quieren enfrentamientos con su colega de Val de San Vicente, Roberto Escobedo (PSOE), aunque sí abogan por una solución pactada al conflicto desatado tras el cierre del embarcadero de Campa Larga y el consiguiente perjuicio a todas las empresas, cántabras y asturianas, que se dedican al descenso turístico en canoa en los ríos Cares y Deva.

Bordás, destacó ayer que no conoce en profundidad la problemática. "Desde el Ayuntamiento de Ribadedeva ayudaremos al de Val de San Vicente, con el que tenemos una gran relación, en lo que nos pidan. Espero que se solucione el problema. Lo ideal sería lograr entre todos un acuerdo que permita a las embarcaciones seguir trabajando. Nos ponemos a disposición del Ayuntamiento de Val de San Vicente", apuntó. Sobre la posibilidad de que las canoas desembarquen en la margen del río perteneciente a Ribadedeva, Bordás aseguró desconocer en estos momentos, si por esa zona hay alguna finca de propiedad municipal. "No me suena que por esa zona tengamos ningún terreno. En Vilde puede que haya alguno. Todas las partes tienen que sentarse a hablar y buscar una solución", concluyó.

Fernández, por su lado, destacó que hasta ahora no ha habido "ningún problema" relacionado con el descenso en canoas, "ni en las zonas donde embarcan, en Peñamellera Baja, ni donde desembarcaban, en Val de San Vicente". Abogó por el diálogo para que se resuelva el conflicto "por las buenas" y "para bien de todos". Destacó que existe un "pacto no escrito" entre los ayuntamientos y las empresas para "ayudarlas en todo lo posible".

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