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Un piragüista en la Guardia Real

Omar Calzón forma parte de la unidad militar que tiene, entre otras misiones, proporcionar servicio el Rey Felipe VI

Omar Calzón Vega. J. M. CARBAJAL

Omar Calzón Vega contaba 14 años cuando recibió la invitación para incorporarse, merced a su proyección en aquel momento, del Centro de Tecnificación Deportiva de Trasona, a las órdenes del técnico castrillonense José Seguín Santos. Su progresión en el mundillo de la pala y la piragua no pasó desapercibida y fue salvando las distintas categorías en el seno de la selección española de piragüismo en aguas tranquilas, desde el equipo júnior al grupo de la absoluta. Hubo de llegar un periodo en el que los resultados no acompañaban y había que replantearse el futuro laboral.

Omar Calzón Vega, de 30 años de edad, natural de Cangas de Onís, puede presumir de ser el único vecino del concejo que forma parte actualmente de la Guardia Real, la unidad militar interejércitos -Tierra, Armada, Aire y Cuerpos Comunes- que tiene como misiones proporcionar el servicio de guardia militar del Rey Felipe VI; rendir honores y dar escoltas solemnes; apoyar a la Casa del Rey, y prestar servicios a jefes de Estado extranjeros en sus visitas a España. Ingresó, tras aprobar las pertinentes pruebas físicas y los correspondientes exámenes en 2008. Y allí continua, ahora destinado en la Moncloa.

Había empezado a dar sus primeras paladas en la balsa del Club piraguas Sirio, en Cangas de Onís, siendo alevín de segundo año, siendo su primer monitor Luis Martínez. Ya en edad cadete, Omar Calzón, se decantó por fichar por el club Los Rápidos de Arriondas, teniendo de entrenador a Alberto Gutiérrez Cuadriello. Su excelente rendimiento acabó por abrirle las puertas de Trasona, a las que siguieron otras concentraciones, tiempo después, en el CAR de La Cartuja (Sevilla) y en la Residencia Blume (Madrid).

En 2005 defendió los colores del combinado español en los Juegos del Mediterráneo, en Almería, donde paleó en K-2, en la distancia de 500 metros con el gallego Iván Domínguez, copando la séptima plaza.

Ese mismo año ganó la Copa de España de 1.000 metros, en Trasona (Corvera), teniendo de compañero al parragués Javier Hernanz Agüeria, en la modalidad de K-2. Un año después, en 2006, se proclamó campeón de España por Autonomías, con la selección asturiana, en Villalcampo (Zamora), formando dupla con el avilesino Miguel Fernández Castañón. A partir de ahí, comenzó a vivir una profunda crisis de resultados y desembocó en buscarse otros horizontes alejados de la piragua.

Centrado en su trabajo en la Guardia Real, cuya sede de la unidad se localiza en El Pardo (Madrid), Omar Calzón volvió a sentir el "gusanillo" de la kayak y trató de matarlo. Poco a poco fue animándose, pero sin prisas, y en el 2010 se involucra de nuevo en ese mundillo de la piragua, ésta vez en el equipo castellano-manchego Talavera Talak, en el que coincidió con palistas de la talla de Paco Cubelos, Álvaro Burcio y el flamante campeón olímpico Cristian Toro -medalla de oro en Río de Janeiro, el pasado agosto, entre otros.

Por si fuera poco, Omar también formó pareja con el multimedallista olímpico Saúl Craviotto Rivero, en aquella ocasión en las filas del Club Piraguamadrid, en el año 2012, puesto en marcha por Andrés Román Mangas, cosechando la medalla de bronce en K-2 200 metros en el Campeonato de España.

Dos años más tarde, en 2014, estampó su firma por el Alberche Kayak, uno de los clubes históricos de este país, fundado en 1961, en el que alterna los entrenamientos y las competiciones con las tareas de presidente, pues viene desempeñando ese cargo desde enero de 2016.

"Nadie se quería encargar del club, la junta directiva me lo propuso y ahí estoy", señaló el palista de Cangas de Onís, que también es vicepresidente de la Federación Madrileña de Piragüismo, miembro de la Comisión Delegada de la Real Federación Española de Piragüismo y, para rematar, miembro de la Comisión de Maratón de la RFEP -la preside la maliayesa Begoña Rodríguez-. A nivel deportivo, ésta pasada temporada, Omar Calzón y el cántabro Rodrigo Jaca, ambos del Alberche Kayak, fueron medalla de bronce en K-2 en el Campeonato de España de Ríos y Travesías, en Irún.

Sin embargo, el gran éxito de la temporada de 2016 para el cangués tuvo lugar en la sexta edición de los Juegos Europeos de Policías y Bomberos, en junio, dilucidados en Huelva, al conquistar dos medallas de plata: una, en compañía del praviano David Fernández Alonso, igualmente de la Unidad Militar de Emergencia y Seguridad (UMES), en K-2, en los 5.000 metros; y otra, en la modalidad de K-1 y también sobre 5.000 metros, redondeando su participación en aquella cita continental de Policías y Bomberos.

Ahora, piensa en el Mundial de este año. "El Ejército del Aire me da todas las facilidades, cosa que es de agradecer, para poder acudir a las competiciones", asevera el cangués.

Cuando tiene oportunidad, Omar suele escaparse a Cangas para visitar a sus padres -es hijo de Manuel Ángel Calzón Otero, más conocido por "Manolín, el del Río Grande"- y demás familia. "No puedo subir tanto como quisiera", dice. Además, recuerda con cariño los veranos en los que, en su época estudiantil, dedicaba a ganarse un dinerillo como aprendiz de camarero en la cafetería "Peñalver", regentada por Luismi Cadenaba. Eso sí, lo que no perdona, salvo causa de fuerza mayor, es su participación en el Descenso del Sella, en agosto: "Mi mejor resultado en el Sella fue un séptimo puesto absoluto, en K-2, con Beni García, el año (2004) del porteo de La Boticaria", apunta.

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