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Lastres, entre cuidados y escenarios

Sandra Lusquiños, vocalista de "Alexandra in Grey", trabaja desde su apertura en la residencia lastrina, en la que muchos usuarios ignoraban su faceta musical

Lusquiños, Miguel Herrero y Chus Lenon durante su actuación en la residencia lastrina. P. M.

Lo mismo hace una cura que canta un bolero o interpreta alguno de los temas de su álbum de debut, "Alexandra in Grey". Sandra Lusquiños es la vocalista de la formación que, con el mismo nombre, lleva cuatro años cosechando éxitos, pero también es una de las enfermeras de la residencia de mayores de Lastres. Llegó con la inauguración del equipamiento y una vacante que la sacó de años de no tener descansos ni vacaciones, pues tenía que estar disponible cuando la llamasen. La semana pasada cantó para los residentes de Lastres en el primer aniversario del equipamiento.

"Para ellos en este entorno soy la enfermera, ni siquiera sabían que cantaba. Fue una gran sorpresa", explica Lusquiños, antes de contar, divertida, que uno de sus pacientes aseguró "que se le paró el corazón" al escuchar los cuatro boleros y el tango que les dedicó en la sobremesa. "Están acostumbrados a verme con el uniforme blanco y también el vestido les resultó raro", describe la enfermera, quien disfrutó mucho de la experiencia.

Fue, sin duda, una de sus actuaciones más singulares, pues nunca había cantado en una residencia de mayores. "Es otro tipo de público", explica, antes de apreciar una "experiencia muy positiva" para ella. También para quienes viven en la residencia lastrina, que "al día siguiente estaban felices, muy zen", asegura Lusquiños, a quien le tocó turno de mañanas. Nacida en Avilés, en realidad ha sido antes cantante que enfermera, pues la música llamó a su puerta cuando con 16 años se apuntó a clases de piano en la Fundación de Música Moderna de Avilés. "Siempre me llamó la atención, desde pequeña. A mi madre también le gustaba mucho la música y me ponía a "The Carpenters", Barbra Streisand y "ABBA", entre otros", rememora, antes de retomar el relato en su adolescencia. En la fundación avilesina recibían clase por el curso y en el verano participaban en un programa de música en la calle con formaciones de distintos estilos. "Yo quería cantar pop y reconozco que cuando me metieron en el grupo de blues me dio algo de bajón, porque no lo controlaba", rememora la vocalista, aclamada por la crítica por su personalísima y potente voz.

Con 26 años conoció a Richard García, quien buscaba voces para su nuevo disco, y que a su vez le presentó al productor Miguel Herrero, de los estudios "Acme". Ambos buscaban una voz femenina para un proyecto conjunto y la encontraron en Lusquiños, quien más adelante aportó sus propios temas al disco, que vio la luz en 2014 con el mismo nombre de la banda, presentada un año antes.

En este tiempo Lusquiños ha compaginado trabajo y otras obligaciones con la música. "Ensayamos cuando podemos, porque cada uno tiene sus compromisos", expone, al tiempo que reconoce en la música "una pasión y siempre buscas hueco". En cuanto a la conciliación laboral, la enfermera asegura haberse encontrado "gente muy maja" en sus diversos destinos que ha colaborado siempre en los cambios de turno.

"No podría haber tocado con Coque Malla en la plaza de la catedral de Oviedo de no haber sido por una compañera que me cambió el turno, porque me tocaba trabajar", relata la avilesina, para quien la experiencia fue "súper gratificante". Los éxitos de "Alexandra in Grey" prometen no acabar, pues están nominados a los premios AMAS de la música asturiana en tres categorías: mejor voz (la de Lusquiños) mejor videoclip y mejor teclista (Richard García).

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