Las carencias de la Policía de Llanes provocan situaciones tan sorprendentes como que no se controle el ruido de los locales desde hace unos 15 años por falta de sonómetro. De ahí que las denuncias de los vecinos por ruidos vayan en muchos casos "directamente a la papelera", según los agentes, y que no haya habido sanciones por este motivo en caso tres lustros. "No podemos hacer nada", añaden.
Tampoco cuenta la Policía llanisca con etilómetro. Y eso que no cuesta ni un euro, pues basta con firmar un convenio con la Dirección General de Tráfico, que lo cede gratis con una única condición: enviar las estadísticas.
Más carencias: la Policía de Llanes no dispone de cámara réflex con flash para tomar las fotografías que deben aportarse en los atestados judiciales. Algunos agentes sí disponen en su dotación de cámaras de bolsillo para las infracciones de tráfico, pero de noche es "imposible sacar una foto decente". Así que la mayoría de los agentes tira de móvil particular para salir del paso. El problema sigue siendo el ya citado: la fotografía nocturna.
