El paradisíaco entorno de San Emeterio (Santu Medé), situado en la localidad ribadevense de Pimiango recupera su antiguo aspecto. La encina volverá a reinar en este bosque en sustitución del eucalipto gracias a un innovador proyecto en el que toma parte la organización no gubernamental (ONG) Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), el Ayuntamiento de Ribadedeva y la fundación EDP. La iniciativa, pionera en la región, dio sus primeros pasos el pasado mes de octubre, siendo ya visibles sus resultados. El objetivo es plantar 50.000 encinas en una superficie de 100 hectáreas. El proyecto, financiado por EDP, tiene un coste de 180.000 euros.

"Esta zona de Ribadedeva tiene una de las formaciones forestales más singulares de la costa cantábrica asturiana, que es el bosque de encinas. Era una masa forestal que fue desapareciendo, sustituyéndose las encinas por eucaliptos", manifestó el responsable del FAPAS, Roberto Hartasánchez, quien mostró su satisfacción por el apoyo recibido de parte del Consistorio de Ribadedeva. "San Emeterio es una especie de microclima de bosque mediterráneo. Hemos estudiado la estructura del bosque para replicarla en las áreas que nos deja el Ayuntamiento", explicó. Intercalándose con las encinas se plantan también madroños o acebos y se retirarán los eucaliptos.

"Se trata del primer programa de Asturias para eliminar eucaliptos sin que estos árboles tengan como finalidad una rentabilidad económica. Los eucaliptos quedan en el suelo y al pudrirse se permite que el sotobosque natural vuelva a colonizar el terreno con la vegetación autóctona que había antes", manifestó el responsable de Fapas. En total se han cortado ya 400 eucaliptos.

El alcalde de Ribadedeva, Jesús Bordás, subrayó la importancia de esta iniciativa: "me encantó la idea de recuperar el bosque de encinas de San Emeterio desde el principio y dije que sí a los dos minutos. Vamos a colaborar también con el colegio para traer aquí a los niños y explicarles lo que estamos haciendo", avanzó.