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La vitamina D, imprescindible

El traumatólogo José Méndez destaca su importancia en la prevención de las caídas entre las personas mayores

El atún, uno de los pescados azules que contienen vitamina D.

No es la vitamina más popular, pero cada vez se tienen más evidencias científicas de su importancia en la salud. La vitamina D "es, en realidad, una hormona, porque tiene receptores, entre otros sitios, en el tejido muscular", expone el traumatólogo del Hospital de Arriondas, José Méndez.

No solo "aumenta la absorción intestinal del calcio y promueve la mineralización de los huesos regulando la densidad ósea", sino que desempeña, además, una "función importantísima" relacionada con la "fuerza muscular, el equilibrio y la función de los miembros inferiores", algo que la hace crucial en la "prevención de caídas".

El déficit de vitamina D, explica Méndez, "es un problema grave en personas de edad avanzada", pues existen estudios con mayores "institucionalizados" (en residencias) que se rompieron la cadera y se comprobó que tenían una carencia en esta vitamina.

Se obtiene de dos formas: por una parte, la síntesis de vitamina D se hace en la piel, con los rayos del sol. Por otra, también a través de la alimentación, pero en cantidades insuficientes. "Las necesidades diarias están entre las 800 y las 1.000 unidades internacionales al día, pero de la dieta se pueden obtener unas 100 unidades", señala el traumatólogo antes de apuntar alimentos como el pescado azul y los huevos como "las principales fuentes. Hay leche que empieza a estar enriquecida con vitamina D". Si a una persona se le detecta un déficit en este sentido, "hay que suplementarla".

En la actualidad, se recomienda hacer análisis de niveles de vitamina D sobre todo a personas mayores, pues "la capacidad de síntesis en la piel disminuye con los años", y también la exposición al sol.

Si a esta situación se añade la dificultad de obtener la vitamina a través de la dieta, el resultado es una carencia que puede derivar en una fractura "osteoporótica" de muñeca, cadera o los "acuñamientos vertebrales".

Los médicos se encuentran a menudo con el problema de "ancianos polimedicados que casi nunca cumplen la suplementación". El especialista, que ofreció varias charlas en el área sanitaria VI para hablar de este asunto, también recomienda que las mujeres se revisen los niveles después de la menopausia.

Para el resto de la población, a menos que tenga antecedentes, es suficiente que tenga en cuenta las dos fuentes de obtención de esta importantísima vitamina: tomar el sol, porque estimula la síntesis en la piel, y tener en consideración los alimentos que la contienen.

La del sol es una batalla perdida con los dermatólogos, quienes lograron imponer la crema protectora para evitar cánceres de piel. En la actualidad, son muchas las voces que indican que algunos componentes de esos productos cosméticos serían realmente nocivos.

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