La tuberculosis bovina da un respiro en Parres, donde el número de reses infectadas por esta enfermedad se ha reducido a la mitad en un año: si en 2015 hubo 117 animales positivos, en 2016 se registraron solo 56. Más cifras positivas: el número de explotaciones en las que se ha aislado la bacteria causante de la enfermedad ha pasado en ese tiempo de siete a cero. Lo que no disminuye en términos absolutos es el número de animales con reacción positiva a la prueba de la tuberculina, que detecta la posible existencia de la enfermedad y que, en muchos casos, se acaban convirtiendo en "falsos positivos". Estos fueron algunos de los datos facilitados durante la reunión que la comisión local de saneamiento de Parres celebró el día 13 en Arriondas, con presencia de representantes de la Consejería, el Ayuntamiento, el coto de caza La Parraguesa y la Junta de Pastos.

El concejo de Parres es pionero en la instauración de un plan específico contra la tuberculosis bovina que echó a andar en verano y que ya empieza a dar sus frutos: la prevalencia de la enfermedad en la Unidad Veterinaria local de Ribadesella, donde se integra Parres, pasa del 5,45% a niveles inferiores del 1%. Entre los retos del programa sanitario parragués se cuentan una actuación más contundente y ejemplarizante contra los ganaderos que se salten las inmovilizaciones impuestas por positivos de tuberculosis, con la apertura de los correspondientes expedientes sancionadores.

Los miembros de la comisión local de saneamiento de Parres instan, además, a que se tomen medidas para que los ganaderos trashumantes en zonas de alta prevalencia de tuberculosis, como Extremadura y algunas zonas de León, realicen las pruebas en los animales antes del retorno con el fin de disminuir en lo posible el riesgo de introducción de nuevos focos de tuberculosis.

Muestras de fauna salvaje

Otra de las asignaturas pendientes es la de perfeccionar los cultivos de fauna salvaje muestreados después de que algunos cazadores reconocieran que ha habido cacerías sin presencia de veterinarios de la Consejería, en las que no se tomaron muestras de sangre por parte de los guardas. Se estima que los resultados de los cultivos y las analíticas de los sueros recogidos podrían estar listos el próximo mes.

La comisión local de saneamiento denunció la existencia de irregularidades en la forma de introducir los restos de caza en el contenedor dispuesto a tal efecto, ya que, según su versión, se estarían depositando directamente y no en bolsas como requiere el protocolo. Además, el organismo pidió a los cazadores que no abandonen los despojos en el campo tras las cacerías.

El protocolo contempla también medidas como la disminución de la población de jabalí y la realización de estudios del historial analítico individualizado de cada res, entre otras cosas.