Ramón Camblor García (Areñes, 1945) está retirado como vigilante y acaba de ser reelegido como presidente de la asociación de jubilados y pensionistas "Virgen de la Cueva".

-¿Cómo afronta su segundo mandato?

-Con ganas de hacerlo bien y con la tranquilidad que da el saber que tienes una junta que trabaja, te respalda y echa muchas horas para que todo funcione. Al principio no iba a presentar mi candidatura, pero vi que nadie se animaba a coger las riendas de la asociación y me daba pena que un colectivo que goza de tanta fama en la región se perdiera.

-¿Cuáles son sus prioridades para este mandato?

-Mantener el número de socios y el ritmo de actividades que tenemos, que nos hace ser un referente, con dos comidas gratuitas anuales, cursos de yoga y pilates y excursiones que cada año van variando.

-¿Y cuadran las cuentas?

-Las cuentas están saneadas gracias a la astucia y al trabajo de la junta, pues las subvenciones con la crisis fueron a menos; además de los socios, que pagan religiosamente sus 20 euros de cuota. Cerramos 2016 con un superávit de 4.500, euros a pesar de no escatimar en proyectos y de las actuaciones cada viernes y sábado.

-¿Qué necesidades tienen los mayores de Piloña?

-Piloña cuenta con buenos equipamientos para los mayores y la colaboración del Ayuntamiento es muy buena. De lo que se quejan los socios es de que los médicos del Hospital de Arriondas los derivan a Cabueñes, adonde, por falta de transporte público, les cuesta llegar. Piden ser atendidos en Oviedo.

-¿Qué aporta el colectivo?

-Si no fuera por nosotros, muchos mayores tendrían que quedarse en casa sin hacer nada. Nuestro presupuesto mueve más de 100.000 euros en organizar actividades que indirectamente traen beneficios para los negocios de la zona.

-¿Qué le parece el traslado de la feria de la plaza del Ganáu a la piscifactoría?

-A los mayores que les gusta van a ir igual aunque tengan que caminar un poco, y las reses están mejor en la piscifactoría. El traslado puede perjudicar a los hosteleros.