El Ayuntamiento de Cangas de Onís seguirá considerando al escritor Camilo José Cela, fallecido en 2002, "persona non grata" y no contempla la posibilidad de modificar esa situación porque "hay otras prioridades", manifestó ayer el alcalde, José Manuel González Castro, del PP.

El escrito del premio Nobel en el que ponía en boca de una señora la frase "¿Que la Virgen de Covadonga es pequeñina y galana? ¡Pues que se joda!" fue, según el regidor cangués, "una ofensa a Asturias y a los asturianos" y un ataque a "un símbolo, a un lugar mágico de peregrinación, que tiene algo especial, mucho más allá de la religiosidad".

González Castro, que tenía dos años cuando la Corporación canguesa declaró "persona non grata" a Cela, subrayó que no tiene "ni la más mínima intención" de modificar aquella decisión. "No se va a quitar, porque la Santina es la patrona de Asturias, y cualquiera que la ofenda, ofende a todos los cangueses y a todos los asturianos", destacó.

El abad de Covadonga, Juan José Tuñón, recuerda que aquel escrito de Cela le causó una "sorpresa enorme" y "una sensación nada agradable", entre otras causas, por la gran relevancia del personaje. Fueron, en su opinión, unas palabras "desafortunadas" por el respeto que a su juicio merecen los "símbolos religiosos e identitarios", como la Santina.

Tuñón indicó que no le atañe opinar sobre la decisión de un ayuntamiento, pero manifestó su "profundo respeto" tanto por lo que se decidió en 1982 como por lo que se decida ahora. "Todas las ideas son respetables y pueden ser objeto de opinión y discusión, pero los sentimientos religiosos y los símbolos son muy importantes", señaló. El que tomó Cela "no fue un camino bueno", pues aquellas palabras, "como asturiano y como creyente me hirieron y me violentaron", dijo.

Luis Miguel Ortiz Cortés fue el alcalde que sacó adelante la declaración contra Cela, aprobada por unanimidad en una Corporación en la que estaban la extinta Unión de Centro Democrático (UCD), el PSOE y Alianza Popular (AP). "Con aquellas palabras ofendió a todos los cangueses", rememoró el que fuera regidor por UCD, que en 1982 tenía mayoría absoluta en aquel Ayuntamiento. Ortíz manifestó su "alegría" porque ningún alcalde posterior a él haya eliminado la declaración contra el escritor de Padrón. "Y animo al actual y a los que vengan a que la mantengan", añadió Ortíz, que considera que la declaración de "persona non grata" fue "correctísima" y "no hay por qué retirarla". Añadió que la Santina es "un símbolo" para Cangas y para Asturias y la declaración de "non grata" es "lo menos que se merece" Cela.

José Antonio Pérez Prieto era en 1982 portavoz de AP en el Ayuntamiento cangués. No acudió a aquella sesión plenaria, y ayer destacó que quizá "hubiera defendido a Cela de estar allí". Ello porque considera que fue "una simple metedura de pata, una expresión como las que puede pronunciar cualquiera".

Según Pérez Prieto, si se utilizara el mismo rasero para todas las frases y escritos "la mitad del país sería persona non grata". Y añadió: "seguramente a un porcentaje muy elevado de cangueses y asturianos le pareció mal las palabras de Cela, pero no creo que sea motivo para declararlo 'non grato'. Pérez Prieto destacó que, pese a que no asistió al Pleno, Juan Cueto, entonces director de la revista "Cuadernos del Norte", en la que Cela publicó la controvertida frase, le acusó a él y a su partido de ser los responsables de la declaración.

Pero la frase sobre la Santina no fue la única que generó rechazo en Asturias. En un artículo que publicó en el diario "ABC" en 1994, Cela incluyó una frase en la que señalaba que las gallinas podrían ser "parientes de los asturianos, de los leoneses o de los portugueses", pero no de los gallegos, al ser "estúpidas y asustadizas". La frase provocó que también el Ayuntamiento de Mieres lo declarara "persona non grata" en marzo de 1994, con los votos a favor de Democracia Directa de Mieres e IU, la abstención de PSOE y PP y el rechazo del CDS.