La reproducción de todo un pueblo con casas de madera en la plaza del Ayuntamiento será una de las novedades de la IV edición del Vía Crucis Viviente que el 14 de abril se celebra en Infiesto y cuyo cartel fue dado a conocer ayer en el Consistorio piloñés.

La representación de la última cena y el lavatorio serán el día anterior en la iglesia parroquial, a partir de las siete de la tarde. El número de gradas también se ampliará con el objetivo de que el numeroso público asistente tenga una mejor visión del evento, que el año pasado contó unos 300 actores. Estos fueron algunos de los datos que ayer reveló la presidenta de la Cofradía del Via Crucis Viviente de Infiesto, Patricia Miriam Martínez, en un acto que sirvió para reconocer "el esfuerzo de todo un pueblo, pues la implicación de los distintos colectivos cada vez va a más y Piloña va camino de convertirse en un referente de la Semana Santa", dijo. "Este año apostamos por mejorar las escenas que ya existían", añadió. Por su ayuda desinteresada para sacar adelante el Via Crucis Viviente piloñés fueron ayer reconocidos como cofrades de honor la Asociación de Mujeres de Piloña "Les Llamoses", la Asociación Piloñesa Musical "De la Fuente", la banda de cornetas y tambores "Santo Cristo de la Misericordia", la Coral "Polifónica Piloñesa", el Coro "Piccola Piloñesa", el Grupo de gaitas "Sidrón", el grupo de teatro "Ensin Reparu" y el Ayuntamiento.

En la presentación participaron la directora del grupo de teatro "Ensin Reparu", Charo Pérez, el alcalde del concejo, Iván Allende, y el párroco local, Manuel García, que aseguraron que sin el esfuerzo de los vecinos el proyecto no podría salir adelante.