Andrés Aguado rompió ayer el protocolo durante el acto celebrado en Infiesto en el que se le reconocía como hijo adoptivo de Piloña. Lo hizo para pedir a sus tres hermanos primero y a sus descendientes después, que se acercaran al atril con el fin de brindarles un abrazo. El homenajeado tuvo palabras de recuerdo para su mujer, Susi Martínez, que falleció el año pasado tras hacer frente a una larga enfermedad. "Vine a Infiesto de paso, con 25 años, pero el destino jugó sus cartas. Susi me enseñó a ser piloñés", dijo emocionado antes de dedicar el reconocimiento a su nieta Teresa, informa C. CORTE. En la imagen, Aguado, sosteniendo a su nieta, rodeado de su familia en el Ayuntamiento.