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La hostelería de Cangas de Onís ve bien ordenar las terrazas para dejar espacio

"Era una odisea pasear por las calles", dicen los transeúntes, que creen que fijar un mínimo de metros libres mejorará la imagen de la ciudad

La hostelería de Cangas de Onís ve bien ordenar las terrazas para dejar espacio

Los hosteleros y comerciantes de Cangas de Onís ven "razonable y necesaria" la nueva ordenanza municipal de terrazas, que entrará en vigor el 1 de abril. La normativa señala que en las calles peatonales debe quedar un paso de tres metros para los viandantes y en las no peatonales un mínimo de metro y medio.

El gobierno de José Manuel González Castro (PP) busca poner fin al "caos" que se vivió el pasado verano, cuando se hacía difícil transitar por algunas calles semipeatonales.

El presidente de la asociación de empresarios de la comarca de los Picos de Europa (Incatur), Toño Sánchez, asegura que la medida "llevaba tiempo siendo reclamada por los vecinos". Sánchez destaca que la normativa repercutirá en que los visitantes percibirán una imagen más cuidada de la capital canguesa. "Hay que seguir avanzando en esta línea y en un futuro unificar criterios para que las terrazas estén más en sintonía con el entorno y sigamos siendo un destino agradable", dice. El presidente pone en valor el hecho de que la medida haya sido "consensuada" después de que el equipo de gobierno se reuniera uno a uno con los dueños de los establecimientos. El texto impide que cada negocio tenga más de un caballete en el exterior como reclamo publicitario, algo que desde Incatur ven "bien".

Una de las calles más afectadas por la nueva ordenanza de ocupación de la vía pública será la San Pelayo, donde tienen sus negocios hosteleros como Ramón Hevia, de la sidrería Casa Hevia. "Me parece que era necesario repartir el espacio y buscar el equilibrio entre negocios y peatones", relata." Lo importante es que los visitantes estén cómodos y hay que ser comprensivos. Ahora sólo resta que todos la cumplan por igual", subraya. El consistorio cangués ya anunció su intención de contratar a un auxiliar de Policía por período de al menos un año para que, entre otras funciones, controle el cumplimiento de la normativa, que supone la mejora y ampliación de la ya vigente, aprobada por los socialistas en el año 2008.

En la calle Covadonga, principal arteria comercial de Cangas de Onís, regenta el restaurante El Abuelo Juan Ramón Martínez, que tilda de "lógica" la medida municipal. "Lo que no se puede hacer es andar molestando a la gente. Lo de las terrazas se estaba desmadrando y era necesario tomar medidas para que todos pudiéramos convivir", contó.

A Montse Fernández, que regenta La Escuela Rock Bar en la calle Celso Diego Somoano, la medida no le impedirá seguir manteniendo una media de seis mesas para disfrute de sus clientes en el exterior y por eso la apoya. "Veo bien que se regule la disposición de terrazas; ayuda a mejorar la imagen", explicó.

A Pablo Rodríguez la normativa le resulta "razonable si se aplica para todos en la misma medida", explica este hostelero que regenta una cafetería en El Parque. "A mí no me afecta, yo ya la estaba cumpliendo y me parece que tiene beneficios para los viandantes", dijo.

Los transeúntes también aplaudieron la medida. "Era una odisea pasear por las calles, no había respeto por nada y por eso veo bien que se limiten las mesas y caballetes. La imagen que dimos el pasado verano era lamentable, muy parecida a la del Benidorm de los años 70 no debe repetirse", concluyen vecinos como Fernando Labra.

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