Los ganaderos de Ribadesella están "hartos" de que les acusen "de pirómanos, negligentes o temerarios cuando se produce un incendio". Así lo ha manifestado un grupo de siete profesionales a raíz de los últimos acotamientos en la zona del Guadamía (en los que la mayor superficie acotada pasó de dos a diez años) y la polémica surgida con algunos guardas forestales del concejo. Han decidido salir al paso para ver si "alguien de 'los de arriba'" les escucha "de una vez por todas".
Los riosellanos aseguran estar "totalmente en contra del fuego", como han manifestado "y demostrado cada vez que ocurre un incendio" en su concejo, atreviéndose "incluso a señalar culpables". Están "hartos" de solicitar quemas controladas y desbroces y que no les hagan "ni caso. Nos deniegan unas y otros por 'falta de matorral' o 'condiciones desfavorables'", explican antes de apuntar que "los caminos están cerrados por los bardales". También están cansados de "no poder pedir ayuda ni al Ayuntamiento. Si lo hacemos, lo que recibimos son unas críticas desproporcionadas en las redes sociales", apuntan. En los últimos días, aseguran, se han sucedido los "comentarios incriminatorios y ofensivos en las redes, del tipo "los montes no votan, los del mechero sí" y otros. A su juicio, no buscan "otro objetivo que hacer una demagogia barata de un tema tan grave" como la quema de montes donde tienen el ganado. Los ganaderos describen cómo este tipo de comentarios "están creando muy mal ambiente" entre quienes viven del monte y quienes disfrutan de él. "No todos los ganaderos somos iguales: los hay que cuidan los animales y el monte y otros, si los hay, no son ganaderos, son personajes que ven en el fuego la mejor manera de demostrar sus envidias o frustraciones", apuntan.
Del mismo modo, los riosellanos remarcan que "no todos los guardas forestales son iguales: a unos les gusta la naturaleza, velar por el monte y desempeñan su trabajo, logrando un equilibrio entre protección y gestión". Los ganaderos oponen este perfil al de quien "ni le gusta la naturaleza ni realiza su trabajo. Se dedican, entre otras cosas, a malgastar el dinero de los contribuyentes a su antojo". Se preguntan qué pueden hacer, con quién hablar y "cuál es la solución" y se plantean, incluso, irse con su ganado a otra comunidad -hay quien estudia desplazarse a puertos de Castilla- teniendo que "abandonar" sus montes. Los ganaderos quieren "respuestas y explicaciones" y que se acabe "este acoso" que sufren quienes intentan "vivir de su profesión, de sus animales y de los montes de Ribadesella. Que son de todos, pero sobre todo de los riosellanos".
