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Areñes tiene melodía propia

Pedro Martínez dona a la asociación Ríu Fontoria un disco con canciones inspiradas en el pueblo en agradecimiento a la buena acogida de los piloñeses

Biel Sierra y Pedro Martínez, del grupo "La gorruca Maxi", en su estudio de Areñes, ayer. CRISTINA CORTE

Un concurso de tonada y de gaita, unas jornadas de poesía, un taller de teatro o la creación de un museo etnográfico son algunas de las propuestas que el vecino de Areñes, Pedro Martínez Muñoz, tiene para dinamizar el pueblo.

El gijonés se instaló de forma definitiva en la localidad piloñesa hace un par de años para cuidar de su padre enfermo y se sintió tan a arropado por los vecinos que cuando el progenitor falleció en mayo ya no quiso marcharse del lugar. Había encontrado su pequeño paraíso en la Tierra, tras vivir en varias ciudades, como Valencia, Toledo o Barcelona

Al faltar su padre, al que todos conocían como "Maxi" y del que a temprana edad heredó el gusto por la música, Martínez empezó a componer canciones con un doble propósito: rendir homenaje a su progenitor -pongueto de nacimiento pero piloñés de adopción- y agradecer a los lugareños por su hospitalidad. Así vio la luz el disco "La gorruca Maxi", con 18 canciones que tienen la particularidad de que cada una está inspirada en un barrio de Areñes: desde La Trapiella, El Cuetu, Friera o Los Cantores hasta Los Castañones donde se ubica su vivienda. Martínez compuso las melodías en poco más de un mes y acaba de donar todos los derechos de las mismas a la asociación Ríu Fontoria de Areñes, que tiene previsto repartir próximamente un ejemplar por cada hogar que cuente con miembros asociados.

Las piezas son instrumentales a excepción del "Himnu d'Areñes", a la que Martínez puso letra y voz. En la grabación aparecen más de una veintena de instrumentos como la gaita de rabil que él tocó personalmente y fue introduciendo por pistas uno a uno en el estudio que improvisó en la planta baja de su casa de Areñes. La hazaña tiene aún más valor si se tiene en cuenta que este doctor en Filosofía y Letras aprendió de forma autodidacta a tocar cada instrumento.

En el proyecto de "La gorruca Maxi" no estuvo solo: le acompañó su hijastro Biel Sierra, de 12 años de edad, que se responsabilizó de la parte de los teclados. "Todos los temas son propios menos uno que es una adaptación de xilguerín parleru, que era una de las canciones favoritas de mi padre", contó el músico.

Martínez comenzó a trabajar como carpintero a los 14 años en Gijón y el dinero de casi todas sus pagas acababa en la caja registradora de la tienda "Musical Antonio", ubicada en la calle Cabrales. "Empecé a tocar el laúd y seguí con la guitarra gracias a los consejos que me iba dando mi padre, sin ir a clases. Además de guaje nunca me perdía los conciertos que daban en el Triskel de Gijón", cuenta este amante del folk, que formó parte de grupos como "Cambaral". "Tocamos hasta en el Jovellanos y colgamos el cartel de completo, algo difícil para un grupo de ese estilo a comienzos de los noventa", resalta este seguidor de "Llan de Cubel", "Beleño" o "Llibardón".

El músico, de 44 años de edad, guarda en el estudio de la casa familiar reliquias como zampones artesanales diseñados por su padre, con los que espera hacer una exposición en Areñes. "El pueblo requiere de cuidados, no sólo de limpieza, también en la memoria y todos podemos aportar algo y a los que no quieran o puedan hacerlo sólo les pido que no resten porque si nos organizamos la localidad tiene posibilidades ilimitadas de hacer cosas a coste cero y obtener máximos beneficios", asegura. "Se podría por ejemplo habilitar un local en Areñes para que los grupos que están empezando presenten sus maquetas y sobretodo dar ejemplo a los guajes, que son el futuro, y hacer por ejemplo un libro-disco con canciones populares de aquí, refranes y dichos de la zona para poner a Areñes y a Piloña en el sitio que les corresponde", propone.

Martínez recalca la "grandísima labor" que llevan a cabo en la zona rural asociaciones como la de Ríu Fontoria de Areñes. "No nos damos cuenta pero sin ellas no habría nada, son fundamentales para conservar los tesoros de la cultura propia y dinamizar la vida de los pueblos, son un lujo", recalca.

El gijonés se encuentra además inmerso en la constitución de un nuevo grupo de música, que con casi toda probabilidad se llamará "Fontoria" y que tendrá tintes de folk.

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