Nueva piedra en el camino para las dos empresas de turismo activo con sede en la localidad de Panes (Peñamellera Baja) que ofrecen entre sus actividades el descenso en canoa por el río Deva. A pocas fechas de la Semana Santa, la Demarcación de Costas del Estado en Cantabria ha emitido una resolución en la que, por primera vez en nueve años, se deniega la solicitud de desembarco en la zona conocida como la Campa Larga, situada en el término municipal de Val de San Vicente, entre las localidades de Molleda y Unquera.

Los afectados recurrirán esta decisión y en caso de que no se les dé la razón presentarán un contencioso administrativo contra Costas con el objetivo de lograr la autorización para desembarcar en este lugar. Se plantean también presentar un pleito por la vía civil contra el Ayuntamiento de Val de San Vicente, al considerar que les está ocasionando daños y perjuicios.

Es la primera vez desde el año 2008, que Costas no da permiso para desembarcar en la Campa Larga a seis empresas, dos con sede en Panes, y cuatro con sede en Cantabria. Costas apoya su decisión en el contenido de un informe del Consistorio de Val de San Vicente, según el cual la zona de desembarco es una parcela pública utilizada como lugar de esparcimiento al que acuden vecinos de Molleda y visitantes foráneos en periodos de primavera y verano. Alegan que la actividad de estas empresas y el transitar de vehículos por la misma supone "un riesgo" para "los usuarios de la parcela". El pasado mes de septiembre, tras estallar el conflicto, se colocaron varios bolardos para impedir la entrada de todo tipo de vehículos.

La empresas alegan que el informe emitido por el Ayuntamiento de Val de San Vicente no debe tener carácter vinculante y no puede impedir, tal y como ha ocurrido, que Costas no autorice el desembarco en este lugar.

Sostienen que se llevan utilizando la Campa Larga desde 2008, año en el que se decidió de manera consensuada con Costas y el Ayuntamiento, que era ese lugar el más adecuado desde el punto de vista de "medioambiental, de seguridad y salubridad para el desembarco de las canoas turísticas". Los empresarios de navegación en ríos creen que la actividad turística es compatible con el uso público de la finca y señalan que no hay base legal para denegar el permiso.

Los responsables de las empresas con sede en Panes anunciaron ayer que, a corto plazo, pedirán permiso a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico para desembarcar río arriba de la Campa Larga, mientras se resuelve el litigio con Costas y el Ayuntamiento de Val de San Vicente. Anuncian también movilizaciones y el inicio de una campaña de recogida de firmas para recabar apoyos.

El Ayuntamiento de Val de San Vicente, con su Alcalde, Roberto Escobedo (PSOE), al frente, ha desoído, incluso, la propuesta de las empresas de que el cierre se ubique unos metros más adentro de la finca, de manera que las furgonetas pudiesen aparcar en la rampa de acceso a la misma para recoger a sus clientes, los cuales atravesarían la finca a pie. Como alternativa ha propuesto para desembarcar la zona del Llance, situada pasados los puentes de la autovía, en Unquera. En este lugar no entrarían todas las empresas, que tendrían que pasar por zonas con un fuerte olor a cloaca, pues varios edificios desaguan en esta parte de la ría. Los empresarios hablan también de inseguridad debido a los hierros que hay debajo del puente de la A-8.