El país de las maravillas está en Lastres. O al menos una parte, pues en la villa marinera viven los bailarines Ana Serna y Lauren Atanes, que interpretan, respectivamente, a Alicia y al Conejo del Reloj en la obra "Alicia en...", una personal interpretación del clásico que este sábado, día 1, se podrá ver en el centro municipal integrado Pumarín Gijón Sur a las 19.30 horas.
El espectáculo "nació con la idea de desarrollar la danza contemporánea y adaptarla a la mirada infantil", explica Serna antes de añadir otro de sus objetivos, "inducir a la lectura". Naturales de Bilbao pero afincados en Lastres desde hace quince años, los bailarines forman parte del "Proyecto Piloto Compañía de Danza", con otros cuatro intérpretes sobre el escenario y varias personas que se encargan de la iluminación, la escenografía y el vestuario, la animación y la fotografía. Encarnan la historia de Alicia desde la piel de un niño pero también han desarrollado la "semilla" que el trabajo realizado por la bailarina Eva Chafer con un grupo de personas con discapacidad en Valencia. Estudiaron los movimientos de estos bailarines y luego los llevaron "hacia un espectáculo profesional", explica Atanes, también actor de teatro y luchador olímpico.
El bailarín da vida al Conejo del Reloj, el personaje que introduce a la protagonista en el país de las maravillas. "Bailar Alicia es entrar en otro mundo, un mundo fantástico. Es como si me convirtiera en una niña, entro en otro lugar", describe Serna divertida antes de asegurar que el espectáculo "funciona muy bien con niños". En este caso se nota, añade Atanes, "cuando en el colegio han hecho la lectura e identifican a los personajes, porque entran desde el primer momento" en el mundo fantástico que proponen estos dos bailarines junto con el resto del equipo de creación e interpretación. Son Patricia y Carmen Vázquez, Mariate García y Rebeca Martín. "Alicia en..." es danza, es teatro y vestuario, es escenografía y también audiovisuales, un recurso importante en la construcción de la historia. De la iluminación se encarga Pelayo Rodríguez, de la escenografía, vestuario y animación las hermanas Vázquez y de la fotografía Andy Menéndez y Andoni Suso.
Alicia tiene un libro, se duerme leyendo y se adentra en el país de las maravillas, un universo mágico y referente para muchas generaciones. Es un cuento infantil, pero "al trabajarlo hay partes, sobre todo la vuelta de Alicia, en que percibes que ahí está pasando algo más", comenta Serna, a quien le parece "muy curioso" este regreso de la niña al "mundo real".
El Conejo Blanco comparte escenario con los personajes del Sombrerero, la Liebre de Marzo, Las Gemelas (versión propia de los gemelos Tweedledum y Tweedledee, Tararí y Tarará en la traducción española), el Gato de Chesire y, por supuesto, la Reina de Corazones y su ejército de naipes. La historia se baila, pues la han trabajado "desde la danza, el movimiento y la expresión de los personajes", señala Ana Serna con una mirada que sólo adelanta la magia y la ilusión del espectáculo.
La vuelta a la realidad, el cierre del telón para este gremio no siempre es alentador. "En el circuito hay muchísima oferta y poco dinero para programar. Las compañías sólo pueden tener dos o tres actuaciones, es un momento difícil", describe la bailarina, quien también echa de menos más espacios para la danza. Sin embargo y al igual que Alicia, quien no se rinde a encontrar el camino de regreso a casa, la compañía está dispuesta a adaptarse "a cualquier espacio" para traer a este mundo "real" una pizca del fabuloso país de las maravillas. La función del sábado pertenece al Circuito de Artes Escénicas del Principado de Asturias y la entrada será gratuita.
