Los chiringuitos ilegales tienen los días contados en los márgenes del río Sella. Representantes de las administraciones local, autonómica y central mantuvieron ayer una reunión en la Delegación de Gobierno, a petición de la Mesa de Turismo de Federación Asturiana de Empresarios (Fade), de la que salió el compromiso de trabajar de forma conjunta para acabar con estos negocios ilícitos. Los miembros de la Fade mostraron su satisfacción por la receptividad de las administraciones "que son conscientes el problema y han acordado trabajar coordinadamente en una serie de medidas destinadas a preservar tanto el espacio natural del río como la seguridad de los usuarios", contaron. Estas medidas se concretarán en futuros encuentros, señalaron.

A la reunión acudieron representantes de los Ayuntamientos de Parres, Cangas de Onís y Ribadesella, que hicieron hincapié en la necesidad de proteger el Sella, enseña del turismo asturiano. "La cita era necesaria y en la misma se hizo un diagnóstico de la situación. Todos coincidimos en que los chiringuitos pueden generar problemas de sanidad pública y no contribuyen a dar la imagen de paraíso natural que queremos. Emplearemos todos los recursos en acabar con ellos", señaló el alcalde de Parres, Emilio Longo.