El Ayuntamiento de Llanes ha desoído durante nueve años las reiteradas órdenes de la Consejería de Urbanismo para derribar una construcción ilegal en la urbanización de la Llavandera, en Pancar, según un informe al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA. Hasta ocho requerimientos remitió el Principado a las autoridades llaniscas desde 2008 para demoler un muro de hormigón de más de 7 metros de altura construido sin licencia y que permitió levantar una vivienda en las inmediaciones. El Ayuntamiento se limitó a remitir varios escritos a la promotora, La Llavandera S. L., el último hace ya 4 años, pero ni la sancionó, ni la obligó a derribar el muro, ni procedió subsidiariamente a la demolición. La situación ha llevado a la Técnico de Administración General (TAG) de Urbanismo, María Antonia Vigón, a denunciar en un informe la "absoluta dejación" y la "pasividad" del Ayuntamiento, al no haber resuelto ni "el preceptivo expediente de restauración de la legalidad urbanística", ni "el procedimiento sancionador correspondiente".
La empleada municipal, a la vista de la situación, de su "complejidad" y de que desconoce las razones por las que ni se derribó el muro ni se sancionó a la promotora, propuso que instruyera el caso el anterior TAG de Urbanismo, Ignacio Vázquez, puesto que es "conocedor del asunto y de las razones por las cuales no se llegó a tramitar lo que la normativa de aplicación obliga". La petición de la TAG de Urbanismo, cursada el pasado 23 de marzo, fue aceptada por el alcalde, Enrique Rozas, al día siguiente.
El informe de la TAG revela que la denuncia sobre la ilegalidad del muro partió de la Agrupación de Vecinos y Amigos de Llanes (AVALL), a raíz de la cual actuó Urbanismo. La TAG halló en el Ayuntamiento 13 expedientes distintos sobre el muro de La Llavandera y procedió a su acumulación. Esos expedientes desvelan que Urbanismo remitió ocho requerimientos al Ayuntamiento (siempre a instancias de AVALL), el primero el 7 de marzo de 2008 y el último el 22 de enero de este año. En todos ellos reclamó sin éxito a las autoridades locales que emitieran informe sobre las obras.
El anterior TAG de Urbanismo emitió dos informes, el primero de ellos el 25 de febrero de 2010, en el que proponía la paralización de las obras en 48 horas o su ejecución forzosa por el Ayuntamiento si se superaba ese plazo, con advertencia de un posible delito de desobediencia a la autoridad. Pidió a La Llavandera S. L. que solicitara antes de dos meses licencia para el "restablecimiento de la realidad física alterada" o, subsidiariamente, la demolición de lo indebidamente construido si no fuera legalizable. Finalmente, propuso incoar expediente sancionador "para determinar las responsabilidades a que hubiera lugar por la presunta comisión de una infracción urbanística y la imposición de las oportunas sanciones". La propuesta halló respuesta positiva de la Concejalía de Urbanismo el 4 de marzo de 2010. Pero no hubo más actuaciones.
El TAG de Urbanismo emitió un segundo informe el 17 de mayo de 2013, en el que, nuevamente, se concedían dos meses de plazo a La Llavandera S. L. para que procediera a la restauración de la zona a su estado original (esto es, a la demolición del muro), con advertencia de que el Ayuntamiento lo haría subsidiariamente en caso de superarse ese plazo. Y de nuevo propuso incoar expediente sancionador. En esta ocasión, no consta que la Concejalía de Urbanismo dictara resolución alguna, ni que hayan existido más actuaciones sobre el asunto por parte del Ayuntamiento. El muro sigue en pie.
