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Estela Alonso, pasión por la montaña

Nacida en Ribadesella hace 41 años, practicó kárate, piragüismo y duatlón, modalidad esta última en la que fue campeona universitaria

Estela Alonso J. M. CARBAJAL

Subió en veinte oportunidades, y escalándolo por todas las caras, al Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes; formó parte de la cordada, liderada por Erik Pérez, que acompañó a la familia Pidal, en el año 2004, con motivo de conmemorar el centenario de la primera ascensión a esa mítica cima cabraliega; también holló en quince ocasiones el Torrecerredo; y perteneció al Equipo de Jóvenes Alpinistas. Además, desde hace unos meses es presidenta del Grupo de Montaña Peña Santa, de Cangas de Onís, fue fundado el 6 de septiembre de 1945, al regreso de la colocación de una imagen de piedra labrada en la cumbre de Peña Santa de Enol, siendo uno de sus precursores Víctor Lechosa Uría, quien fuera gerente de las Minas de Buferrera.

Estela Alonso González, de 41 años de edad, aunque nació en Ribadesella, se siente canguesa por todos los poros de su piel, pues se crió en el núcleo rural de Llueves y, actualmente, desde 2008, reside en una casa que se construyó en el pueblo de Ñeda. Hija de Laude González, ésta oriunda de la ribereña localidad de Les Roces (Cangas de Onís) y de Javier Alonso Cueto -cofundador del Club Piraguas La Llongar, fallecido en 2004, que desarrolló buena parte de su actividad laboral como conductor de camión-hormigonera en la firma Horsella-. Y es bisnieta -por parte materna- de Luis Álvarez, quien fuera fotógrafo y retratista de Covadonga.

Su pasión por la montaña y los deportes de aventura tuvieron relación directa con el amor de su vida: el bilbaíno Ricardo Muñoz Castro, al que conoció en Cervera de Pisuerga en un raid de montaña. Estela había acudido a la localidad valentina junto a su compañera de equipo Laura Valdés Sobrecueva para competir en una prueba en la que "Richar", como le conocen sus amigos y allegados, colaboraba entonces en la organización del evento. Hubo "flechazo" y en 2010 se harían pareja de hecho en el Ayuntamiento de Cangas de Onís. Tienen dos hijos: Mikel (6 años) y Eneko (9 meses).

Estela se inició en las actividades montañeras muy joven, ya que con apenas 8 años ya salía de excursión. Mucha culpa de esa afición se la debe a Erik Pérez Lorente, un avilesino que creó la Compañía de Guías de Montaña de Cangas de Onís, quien residió durante algún tiempo en Llueves. "Siempre digo que hago montaña gracias a él", comenta. Y es que, en 1998, le brindaron la oportunidad de formar parte del Equipo Español de Jóvenes Alpinistas, con sede en Benasque (Pirineo de Huesca), "pero a los dos días me volví para casa, pues no me gustó el ambiente tan competitivo que había allí", recuerda la experta montañera canguesa.

No sólo los deportes de montaña y aventura llenan a Estela, ya que practicó otras disciplinas como el kárate, con su tío Toño. Asimismo disfrutó del mundillo del piragüismo, iniciándose allá por 1986 en aguas del río Sella, a la altura del paraje de La Llongar, siendo su mayor éxito como palista un cuarto puesto en el Descenso Internacional del Sella, en categoría mixta (1998). Y por si fuera escaso bagaje, fue una de las pioneras en la comarca del Oriente, igualmente con Laura Valdés y la parraguesa Verónica Montes -esta afincada desde hace varios años en La Coruña-, en pruebas de duatlón. Por cierto, en 2006 se proclamó campeona universitaria de duatlón (en Viesques).

Estela Alonso cursó estudios en el Instituto Rey Pelayo, en la rama de Ciencias Mixtas. Es Ingeniero Técnico Forestal, especializada en Explotaciones Forestales y también Técnico Superior en Gestión y Organización de los Recursos Naturales y Paisajísticos. Desde el año 1999 desempeña tareas, contratada por la empresa Tragsa, de guía-intérprete en el Centro de Visitantes "Pedro Pidal", en el área de servicio público de Buferrera, en la vertiente canguesa del parque nacional de los Picos de Europa.

Su afán aventurero la llevó a realizar escaladas y ascensiones invernales en los Alpes Franceses (Mont Blanc, Grand Paradiso, Monte Rosa...), Pirineo Francés (Middi D'Osso, Casco de Marboré...), Pirineo Aragonés (Peña Telera, Collarada, Mesa de los Tres Reyes...), sin olvidar las numerosas cumbres de los tres macizos de los majestuosos Picos de Europa. Asimismo, hizo esquí de travesía por los Pirineos y en los Alpes, así como trekkings en Marruecos (Subida al Toubkal, en el Atlas) y Argentina (Macizo del Fitz Roy y Cerro Torre).

Una de las muchas anécdotas que atesora, nada que ver con su dilatada actividad deportiva, se centra en el verano de 1994 cuando trabajó como cajera en el supermercado El Árbol, en la ciudad canguesa. "Al día siguiente de finalizar mi contrato, en septiembre, me marché a Oviedo, a Deportes Tuñón, a gastarme todo el dinero que había ganado durante esa temporada veraniega en comprarme mis primeros esquís de travesía", rememora Estela Alonso. Y es que, durante 2006 y 2007, prestó servicios como profesora de esquí, dando clases a particulares y colectivos, tanto nacionales como extranjeros, en la Escuela Internacional de Esquí de Sierra Nevada. "Este trabajo es muy guapo, pues te tiras más de cien días seguidos con los esquís puestos", dice.

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