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Un gran león rugía en Porrúa hace 30.000 años

Una minuciosa restauración ha hecho posible una espectacular reconstrucción de parte del esqueleto del felino, más grande que el león africano actual

Los restos recuperados del león de Porrúa, los más completos que se han hallado hasta la fecha en Asturias. CEDIDA POR D. ÁLVAREZ LAO

Dos meses ha llevado recomponer los restos excavados en una sima cercana a Porrúa (Llanes) para presentar una reconstrucción del esqueleto del gran león que habitó en Asturias al final del Pleistoceno. El resultado es "espectacular", según describe Diego Álvarez Lao, paleontólogo de la Universidad de Oviedo especializado en los mamíferos del Cuaternario y encargado del estudio de este ejemplar, el más completo de los obtenidos hasta la fecha en Asturias. "Se ha recuperado una buena porción del cráneo, con sus mandíbulas, y gran parte de las extremidades anteriores, incluyendo las 'zarpas', que se encuentran muy completas", detalla. "El resto del esqueleto es más fragmentario", añade.

El león pertenece a la misma especie que el león africano actual, "Panthera leo", pero era de mayor tamaño y tenía un aspecto diferente. "Aunque no hay evidencias concluyentes, todo apunta a que los machos no tenían la característica melena que lucen los africanos", explica Álvarez Lao, quien especifica que esta pista no procede de los estudios paleontológicos, sino "del arte paleolítico: ninguno de los leones representados en las cuevas europeas posee este rasgo tan llamativo, incluso cuando representan explícitamente ejemplares machos, como el famoso grabado de Les Combarelles, en Francia".

Aunque la datación del ejemplar está pendiente de la prueba del carbono 14, Álvarez Lao señala que "con toda probabilidad corresponde al Pleistoceno Superior" y estima que puede estar, "muy posiblemente, entre 20.000 y 40.000 años". La especie desapareció de Europa hace 14.000 años exterminada por el hombre.

Durante un periodo aproximado de 200.000 años, el león disputó el cetro de mayor superdepredador europeo al tigre de dientes de sable ("Homotherium latidens"), del que se han hallado restos en el yacimiento de El Milagro, en Onís. Después de su extinción, hace unos 400.000 años, el león fue el rey absoluto de las fieras del Pleistoceno. Convivió también con otro gran felino, el leopardo, del que han aparecido restos en la misma sima de la sierra del Cuera próxima a Porrúa, una coincidencia que, según Álvarez Lao, "le confiere una alta relevancia", ya que ambas son especies infrecuentes en Asturias.

Los restos del león de Porrúa fueron localizados hace tres años por los espeleólogos Pablo Solares y Victoria Álvarez, y a principios de este año se llevó a cabo la excavación en la que se recuperaron los huesos con los que se ha reconstruido el esqueleto. Según explica el paleontólogo de la Universidad de Oviedo, "la cavidad, comunicada con el exterior por una sima vertical de 16 metros, actuó como una trampa natural por la que el león (y también el leopardo y un lobo) cayó accidentalmente y murió, bien por el impacto o por inanición, al no poder encontrar alimento". Así han dejado una huella duradera.

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