Los Lagos de Covadonga están de estreno. A las más de setenta cuevas que ya se conocen en su interior, con varios kilómetros de longitud, hay que sumar ahora el sistema del Hayéu del Osu, hallado recientemente por el Grupo de Espeleología "Polifemo". Con 3,6 kilómetros de recorrido, los descubridores han contado con la colaboración del Grupo Espeleológico Diañu Burlón (Corvera) y del Grupo d'Espeleoloxía Gorfolí (Avilés), así como de expertos gallegos del GES Montañeiros Celtas y del SIS del Centre Excursionista de Terrassa (Cataluña). Los trabajos cuentan, además, con el apoyo de las federaciones asturiana y gallega.
El Sistema del Hayéu del Osu, a un kilómetro al sur del lago La Ercina, está formado por la cueva del Osu y la cueva de Torcana. La primera es conocida desde hace tiempo por los pastores y fue objeto de campañas espeleológicas de grupos asturianos, catalanes, franceses e ingleses desde los años cincuenta, quienes hallaron en su interior cerca de 1,8 kilómetros de pasajes subterráneos. Este recorrido estaba próximo a la cueva Torcana, descubierta en julio por los espeleólogos de "Polifemo" y sus colaboradores.
Tres meses después del hallazgo comunicaron Torcana y la cueva del Osu, dando lugar al sistema Hayéu del Osu. El ovetense Gonzalo Cañón, integrante del grupo, atribuye este nombre a que el sistema se encuentra bajo un bosque de hayas. "Ahora los espeleólogos pueden entrar por Torcana y salir por la cueva del Osu tras caminar durante tres o cuatro horas", explica Cañón antes de desvelar que entre estos hallazgos está casi un kilómetros de conductos subterráneos y vírgenes que duplican lo conocido en esta legendaria cueva. El desnivel entre la superficie y la más profunda de las cuevas es de 226 metros y en el interior del sistema hay tanto galerías horizontales como pozos verticales. "En Torcana el sistema es mucho más vertical. Desde que entramos hasta que enlazamos con la cueva del Osu necesitamos continuamente arnés y el uso de cuerdas", detalla Cañón.
El mayor pozo es el de Kakapú, con 135 metros de caída vertical y por las galerías circula un río subterráneo. "Contra todo pronóstico, no se dirige al cercano lago La Ercina, sino que fluye hacia el interior del macizo occidental", añade el espeleólogo. El valor de esta cueva es alto, pues a diferencia de otras cavidades de los Picos de Europa en el sistema del Hayéu del Osu abundan las estalactitas, estalagmitas, columnas, cascadas y coladas de carbonato cálcico, así como antiguos depósitos de ríos.
Además los espeleólogos hallaron en la cueva restos óseos de mamíferos que podrían pertenecer a antiguos cérvidos, un hecho que notificaron al parque nacional de los Picos de Europa.
En la exploración de la gruta participaron doce espeleólogos durante cerca de dos años, utilizaron más de 400 metros de cuerdas de espeleología y unos 300 anclajes artificiales, que fue necesario acarrear hasta la entrada de las cavidades y transportarlos por su interior. De forma paralela los investigadores confeccionaron el plano o topografía de la cueva, que incluye los contornos (paredes, techos y suelos), así como los ríos subterráneos, pequeños lagos y grandes bloques desprendidos.
