El turismo religioso gana adeptos en Piloña. La cuarta edición de las recreaciones de la Última Cena y el vía crucis abarrotaron las calles de Infiesto hasta tal punto que han sido necesarias gradas para que nadie se quedara sin ver las estaciones. "Está creciendo año a año con unos estándares de calidad bastante elevados", opinó el alcalde, el socialista Iván Allende, quien valoró además la implicación de los vecinos tanto "a título individual como de los muchos colectivos que participan". Desde el grupo de teatro "Ensin Reparu", "pieza fundamental", a la banda de música los piloñeses se han volcado para que la Semana Santa suponga un "atractivo religioso, cultural y turístico importante", añadió el regidor, para quien "no está lo uno reñido con lo otro".

Gustavo Sánchez, presidente de Aspitur, la asociación de empresarios turísticos, también nota que la Semana Santa piloñesa ha crecido, pero aún le ve potencial. " Todavía tiene que crecer un poco más", expuso el empresario, antes de situar la ocupación de estos días por encima del 85 por ciento. Sánchez cree, sin embargo, que con vistas al puente de mayo "la cosa está fría" y el sector estará "pendiente de la última hora", una práctica que por su experiencia continúa existiendo.