Patricia Miriam Martínez Iglesias (San Martín del Rey Aurelio, 1970) es la presidenta de la Cofradía del Vía Crucis Viviente, una representación que el pasado viernes congregó a cuatro mil espectadores en la plaza del Ganáu de Infiesto.
- ¿Qué balance hace del IV Vía crucis viviente de Infiesto?
-A falta de una reunión con la junta directiva para ver qué cosas se pueden mejorar lo cierto es que la sensación es muy positiva en todos los aspectos: tanto por la gran afluencia de gente como por la colaboración de vecinos, Ayuntamiento y colectivos como Protección Civil que siempre están al pie del cañón y se involucraron al 100% en todo. La gente tiene claro que es imposible estar en primera fila en todas las estaciones y repiten cada año colocándose en una ubicación diferente.
- ¿Cómo se consigue juntar en la plaza del Ganáu a cuatro mil espectadores?
-Se consigue porque no es una procesión sin más. Tratamos de hacer cada año algo diferente y digno de ver para que la gente repita: cambios en el vestuario, en la ambientación... No es una obra de teatro, todo está medido al milímetro y hecho con rigor y respeto. Desde el primer momento tuvimos claro que no se trataba de una fiesta de disfraces, hay una documentación detrás y eso se nota. Al estar involucrados tantos colectivos en el proyecto eso también atrae mucha gente.
- ¿Cómo surgió la idea de hacer el vía crucis viviente?
-Dirijo en Piloña varios colectivos musicales que se pasaban el año ensayando para la Semana Santa y muchas veces se quedaban si actuar porque la lluvia hacía que se anularan las procesiones. El planteamiento era hacer algo diferente que no se viera afectado por adversidades del clima. Ya había oído hablar de algunas celebraciones por el Sur, que sólo salían con el Cristo en procesión y pensé en que se podía hacer algo aquí. Me pusieron en contacto con la directora de teatro Charo Pérez y desde el primer momento hubo predisposición tanto de ella, como del párroco Manuel García. Se convocó una primera reunión en la Casa de Cultura de Infiesto para presentar el proyecto y desde el principio los vecinos mostraron una confianza ciega en que esto podía salir adelante. Y hasta hoy.
- ¿Tiene visos de crecer el turismo religioso en Piloña?
-Sí, la idea es consolidar el evento para que cada año venga más gente. Muchas personas de la región vienen ya temprano para encontrar aparcamiento y aprovechan para pasar el día por el concejo, comiendo aquí y haciendo gasto en los negocios locales. Desde que se organiza el vía crucis en Infiesto el turismo rural también ha aumentado y es difícil encontrar una habitación libre para alojarse en los días previos al vía crucis viviente: está prácticamente todo completo.
- ¿Quién puede formar parte de la Cofradía?
-Cualquiera puede ser cofrade. Contamos con gente de ideología muy diversas. Se puede participar de dos maneras: como socios que aportan 10 euros en el momento de la inscripción o como cofrades simpatizantes que prestan apoyo logístico o de otro tipo. La Cofradía, que se constituyó hace un par de años, es como una gran familia en la que todo el mundo tiene voz y voto.
- ¿Cómo se financian?
-De momento no solicitamos subvenciones pero el Ayuntamiento de Piloña colabora aportando materiales para los decorados y mano de obra. Su predisposición a colaborar es total, lo cual es muy de agradecer. Los figurantes aportan sus propios trajes para la representación. Lo más costoso suele ser la exposición de fotografías del vía crucis viviente, financiada íntegramente gracias a las aportaciones de hosteleros y comerciantes locales.
- ¿Dónde se puede ver esa exposición?
-Estuvo en Langreo, Nava y Oviedo y en agosto va para Cangas de Onís, porque es una época de máxima afluencia de gente y pensamos que puede ser vista por muchas personas allí de todas partes del mundo. Está a disposición de cualquier entidad o asociación que la solicite. Pensamos que es el mejor escaparate para dar a conocer lo que hacemos aquí y que la gente se anime a acompañarnos.
- ¿Qué aspiraciones o retos le queda por alcanzar a la Cofradía?
-Mantenernos en el tiempo, dar continuidad al vía crucis viviente para que sea una cita imprescindible. Creemos que ya lo estamos consiguiendo: a pesar de ser un pueblo con espacios e infraestructuras limitadas se habla de nosotros por los alrededores y la crítica es siempre buena.
- En el último vía crucis de Infiesto participaron más de doscientos figurantes. ¿Cómo se consigue involucrar a tanta gente en el proyecto?
-La gente te va conociendo, sabe que trabajas por y para Piloña con un compromiso firme y se van uniendo. Hay que reconocer que la implicación de todo el pueblo es inmejorable y sin ellos nada de esto podría salir adelante.
- ¿Qué necesidades tiene la Cofradía?
-De momento ninguna porque necesitábamos un local para guardar todo el material que cada año es más voluminoso y nos acaban de ceder uno cerca de la Verja. La verdad es que todo el mundo aporta su granito de arena y se implica de manera directa o indirecta, estamos muy contentos.
- ¿Qué novedades preparan de cara al próximo vía crucis viviente de Infiesto?
-A falta de una reunión con los cofrades para que aporten sus ideas no hay a la vista la representación de nuevas escenas pero lo que es seguro es que se incorporarán elementos novedosos en el tema musical o de ambientación. Como cada año hay más espectadores sí que nos gustaría hacer una modificación en las escenas de la plaza del Ganáu, que coinciden con la Crucifixión, para que el público tenga una mejor visualización de las mismas.
