Quedarse en casa el fin de semana tiene muchos beneficios y ayuda a recuperar fuerzas para empezar con más energía el lunes. Hay estudios que demuestran que reduce el estrés y la ansiedad. Así que pasarse el sábado y el domingo en el sofá, descansando, sin hacer nada, es una buena opción para relajarse. Además, sale más económico que salir y permite valorar más cuando se tiene plan fuera de casa. Aunque no convence a todos.
Dicen que lo que se denomina "nesting" está de moda porque cada vez son más las personas que deciden atrincherarse en sus hogares desde el viernes por la tarde hasta el lunes por la mañana. También tiene que ver el ritmo de vida actual, pues al trabajar fuera entre semana se pasa poco tiempo en casa, por lo que cuando llega el sábado y el domingo apetece refugiarse entre cuatro paredes para relajarse. Además, se necesita recuperar fuerzas y sueño después de estar entre el lunes y el viernes de la ceca a la meca. Así se reducen los niveles de estrés y la ansiedad de a diario. Los expertos añaden a esta lista de beneficios que realizar actividades placenteras en casa reduce los niveles de cortisol. Por ejemplo, muchos aprovechan para cocinar, dedicarse a la jardinería, leer, escuchar música, ver una película o la televisión, echarse una siesta o, incluso, aburrirse. Por otro lado, ayuda a estrechar los lazos familiares al pasar más tiempo con la pareja o los hijos, el que no les pueden dedicar entre semana. Una decoración agradable en un entorno confortable anima más a no salir del hogar durante el fin de semana.
No obstante, esta tendencia de quedarse en casa no convence a todos. Sus detractores ven detrás la justificación de reducir el alterne y las salidas por la crisis económica. Creen que favorece el sedentarismo y creen mucho más saludable salir a dar un paseo, hacer deporte o quedar con los amigos para reforzar las relaciones sociales, que también son beneficiosas para desconectar y desestresarse del día a día. Agregan que pasarse el fin de semana puede generar conflictos de pareja por cuestiones nimias como quién tiene el mando del sofá. Lo ideal es lograr el término medio.
