La "caza de autocaravanistas" ha comenzado en Llanes. El pasado viernes, el inspector jefe de la Policía Local, Miguel Gómez, ordenaba por primera vez de manera expresa vigilar el cumplimiento de la ordenanza reguladora de estacionamiento de caravanas y vehículos vivienda, en lo referido a un artículo que solo permite que estacionen -establecimientos de acampada aparte- en el parking de La Talá y en la calle Francisco Mijares. Desde entonces esa orden se ha repetido a diario, mañana, tarde y noche, lo que ha provocado ya más de 15 denuncias, otros tantos desalojos y advertencias, así como numerosos requerimientos de información por parte de los usuarios, según fuentes de la Policía Local de Llanes.

La ordenanza municipal, cuestionada por las asociaciones de autocaravanistas, solo permite estacionar este tipo de vehículos en los espacios que expresamente se habiliten, algo que en este momento solo cumplen los establecimientos de acampada con zonas habilitadas para estos vehículos, el aparcamiento de La Talá, recientemente inaugurado, y las calle Francisco Mijares (en las señales se indica erróneamente "en las calles adyacentes").

Hay señales de prohibición referidas a las autocaravanas en todas las entradas a la villa de Llanes y en la circunvalación. Son indicadores bilingües (castellano e inglés) y se colocaron en los primeros días de este mes, pero la orden expresa de vigilar que no hubiera autocaravanas "mal aparcadas" llegó el día 21.

La decisión de las autoridades llaniscas de vigilar la estancia de los autocaravanistas en el concejo contrasta la de otros concejos vecinos, como Cangas de Onís, donde el presidente de la Asociación de Empresarios de la Comarca de los Picos de Europa, (Incatur), José Antonio Sánchez Cueto, destacaba tras la Semana Santa la creciente importancia de ese tipo de turista en la zona. Según Sánchez Cueto, debe favorecerse el turismo de autocaravanas, pues lo protagonizan personas con "alto nivel adquisitivo" y genera consumo en los comercios y restaurantes de la zona.