El vestido "más bonito del mundo" se está cocinando en Ribadesella. Este es el reto que le planteó Javier Peña, organizador del desfile riosellano del verano, a la diseñadora local Cova Salinas. "Le dije que si se atrevía y aceptó", explica el presidente del club deportivo "Adar", cuya sección cultural promueve uno de los eventos con más público del verano riosellano. "Llevo años queriendo que alguien me plasmara Ribadesella en un vestido", explica Peña, quien deseaba que además fuera alguien del pueblo y valoró que Salinas, de 24 años, aceptó "sin titubear".
"Cuando me dijo que quería 'el vestido más bonito del mundo' pensé que cada uno tiene sus gustos", explica, con humildad, la diseñadora. No obstante, advierte de que su creación será "un vestido de alfombra roja". No se pueden desvelar detalles del diseño porque será sorpresa hasta la tarde del 28 de julio, pero la riosellana regala un par de pinceladas: "me voy a inspirar sobre todo en el mar, en los tonos azules y blancos. Por ahí va la cosa", añade. La diseñadora participará el día 27 con cuatro trajes de fiesta y dos de novia de su primera colección, que lleva el nombre de "Marlis", como todo el mundo en Ribadesella conoce a su madre, Paulina Carbajal. Será al día siguiente cuando Peña cierre el desfile con "el vestido más bonito del mundo", un momento que ilusiona a ambos.
El riosellano, que quiere que la iniciativa tenga continuidad en los próximos desfiles, plantea un ejercicio para adivinar cómo será el vestido. "Puro glamour", avanza, antes de invitar a que la diseñadora "mire, escuche y huela Ribadesella para luego transformarlo en un vestido".
Salinas ya ha estado con el proveedor de telas y tiene "muchas ideas en la cabeza". Aunque la principal la tiene definida, aún "no está nada claro". Sí se sabe quién lucirá el vestido "más bonito del mundo": será la modelo canguesa Nazaret Soto Labra, de 20 años, cuyas medidas mandarán a la hora de hacer el vestido. "Hago trajes a medida, no tallas", apunta la diseñadora, al tiempo que remarca la importancia de contar con la modelo para estudiar "lo que mejor le queda".
Salinas ha cosido siempre junto a su madre, quien impartió en Ribadesella el curso en el que se confeccionaron los trajes del grupo local de baile "El Corveru". La joven decidió seguir la estela materna estudiando el ciclo de Formación Profesional de Confección y Moda en Gijón, donde hizo prácticas y trabajó en una tienda de novias. En marzo del año pasado empezó a hacer vestidos de fiesta y ya ha confeccionado dos de novia, encargos que ha concebido como "una suerte" y que esta temporada repetirá. Le gusta vestir "sobre todo a la mujer real" y realiza encargos de todo tipo: "señoras mayores, jóvenes, todo tipo de cuerpos. Elegantes, pero de todo tipo", añade la creadora. La joven se enfrenta a un mercado "difícil", pero en el que está teniendo suerte. "No pensé que iba a tener tantos encargos", añade.
