La tradición bolística en Ribadesella tiene brazos jóvenes que la sostengan. Así se desprende del entusiasmo con el que un grupo de 15 alumnos de sexto de Primaria del colegio Nuestra Señora del Rosario vivieron ayer, practicando junto a Estela Rosete, jugadora de la peña femenina local Las Riosellanas. "Llevamos mucho tiempo luchando por encontrar gente joven", expuso la improvisada monitora, a la que el centro recurrió dentro de su proyecto para mostrar a los alumnos la tradición asturiana. Rosete dedicó buena parte de su exposición a describir cómo antes las boleras eran un importante centro social. "En la aldea era un punto de reunión, se hacían cortejos y era muy frecuente hacer baile o que tocara el gaitero", añadió, antes de apuntar que entre los adultos se hacían "muchos negocios, de venta de ganado" y otros tratos.
No sólo hubo teoría, sino que los escolares se dividieron en tres equipos y se distribuyeron todas las tareas alrededor del juego de los bolos. "Logramos que no tuvieran una competición agresiva entre ellos, animándolos aunque cayeran bolas fuera", destacó la jugadora, quien valoró que los estudiantes tiraron "bastante centrados". Entre ellos había dos o tres que tenían nociones previas, pero Rosete encontró "mucho interés" en el resto y ve posibilidades de que se pueda crear una peña juvenil. "Nosotras intentamos que entren crías, que se mantenga la afición femenina, pero igual no era mala idea formar una peña mixta", explicó la jugadora.
Si bien el grupo de ayer se implicó mucho en el juego de los bolos, en particular a un grupo de alumnas que acuden también a gimnasia rítmica "les apeteció mucho empezar. Tienen que comentarlo en casa, pero sería estupendo que saliera", apuntó la riosellana, para quien "se les dio muy bien" el juego. Sus alumnos estuvieron "atentísimos" a las explicaciones sobre la dimensión social y deportiva de los bolos. Estos jóvenes están acogiendo con agrado la iniciativa del colegio, que a juicio de Rosete, integrante además de la Sociedad Etnográfica local, está "muy bien".
De otro lado, Las Riosellanas, la única peña femenina del concejo, no participará este año en ninguna competición como tal debido a las varias bajas que afectan a su plantilla. Son cuatro las jugadoras que están activas: Rosete, Ana Cortés, Ana Pendás y Enemí García, aunque sólo la pareja formada por las dos últimas está realmente jugando. Con todo, el objetivo de fomentar el juego de los bolos y de "tirar por él", explica Rosete, se mantiene intacto y por eso la creación de una peña juvenil es tan importante. Existe otra peña femenina en Nueva de Llanes, más numerosa que la riosellana, y movimientos para una posible fusión, aunque de momento no hay nada confirmado.
