La ovetense Zoe López sólo tiene cuatro meses de edad pero ya ha estrenado sus primeros tacones. Los puso por primera vez ayer para participar en la Feria de Abril de Infiesto, que reunió a centenares de personas en torno al santuario de la Cueva, donde tuvo lugar una misa rociera. Su padre, Manuel López, explicó que el traje de lunares fue un regalo de la tía abuela, que vive en Sevilla y vino a visitarles en Semana Santa con el presente. "Nunca habíamos participado en esta feria pero repetiremos: hay ambiente y nos atraen los caballos", dijo.

Y es que más de 300 equinos participaron en un multitudinario pasacalles que recorrió las principales calles de Infiesto, desde la Piscifactoría hasta el práu de la Cueva, donde los animales fueron bendecidos por el párroco Manuel García antes de la misa, cantada por el coro rociero del Principado de Asturias. Ni el fuerte viento ni la amenaza de lluvia fueron impedimento para que los primos Claudia Covelo y Marcos Rodríguez, de 4 y 2 años de edad, vistieran el atuendo andaluz y participaran en el desfile.

Entre los asistentes a la cita andaluza se encontraba la lugareña Rosa Mari Sánchez, que estuvo acompañada por su nieta Manuela Cancio y un grupo de amigas, todas vestidas de faralaes. "Somos unas incondicionales. Nos hacía ilusión venir en xarré y después de muchas gestiones cumplimos el sueño", aseguraron. Desde Ribadesella acudieron las jóvenes Lara Llera y Lucía Prieto, que no dudaron en hacerse "selfies" vestidas de sevillanas con los caballos. "Venimos a esta feria porque es de las más grandes y sigue creciendo. Queremos aprender los bailes típicos", apuntaron. Quienes ya son expertas encima del tablao son las miembro del centro social El Cortijo (Oviedo), que tampoco quisieron faltar: "Es en un entorno privilegiado".