"El 99,9% de los vecinos de Onís están a favor de abandonar el parque nacional de los Picos de Europa porque la pertenencia acarrea muchas restricciones y pocos beneficios". Esa es la opinión de la panadera Celi Rojo, vecina de Bobia de Abaju, que respalda la decisión del alcalde oniense, el socialista José Manuel Abeledo, de sacar al concejo del espacio protegido tras conocerse que los ayuntamientos ubicados en el área de influencia socioeconómica del parque no recibirán, otro año más, subvenciones, pese a las promesas del Estado.
Abeledo no va de farol y ya ha enviado una carta al director del Organismo Autónomo Parques Nacionales, Basilio Rada, en la que solicita poner en marcha el procedimiento legal para modificar los límites del enclave.
Al igual que Rojo, son muchos los lugareños que muestran en Onís su malestar por la "mala gestión" que se está haciendo en el parque de los Picos y que abogan por una "desconexión". Es el caso de la camarera de Castru Rocío Remis. "Si las administraciones competentes no dan ayudas económicas no compensa estar dentro del parque, donde no puedes ni arreglar una cabaña de tus antepasados que tengas en propiedad si no eres ganadero", explica.
Su opinión la comparte su hermano, el ganadero Marcos Remis, que denuncia la rigidez de la normativa del espacio protegido. " Conseguir permisos para hacer un desbroce, una quema controlada o arreglar una pista llevan una barbaridad de tiempo dentro del parque, aunque la salida implicaría que dejemos de cobrar por subir las vacas a pastos", reflexiona. Más contundente se mostraba ayer Aurelio Fernández, vecino de Avín, que defendió sin trabas la desconexión total si no se recuperan las subvenciones. Entre los ejemplos de los "sinsentidos" del órgano gestor del parque cita el acondicionamiento del acceso rodado a la vega Las Mantegas, que permitiría llegar en vehículo a majadas como la de Belbín sin dar un rodeo de más de una hora de duración por Covadonga. "Como sólo dieron permiso al Ayuntamiento -que sufragó las obras- para abrir una pista de apenas dos metros, los todoterrenos con remolques no pueden pasan por su pendiente y estrechez, y cuando llueve no permiten usarla. Debería de tener por lo menos tres metros para poder circular", argumenta.
En la misma línea se expresa el taxista de Avín Fernando Pidal, que asegura que "no hay quien pueda caminar en pantalón corto por el parque por culpa del matorral y de que conseguir permisos para quitar los matos es difícil". El taxista aventura que la salida del espacio protegido no supondría una merma en el numero de turistas que visitan el concejo oniense. "La gente que llega viene preguntando por los Picos, que es la marca que vende, no por el parque nacional en sí, y seguirán haciéndolo estemos o no dentro", argumenta.
De la misma opinión es el pastor de Soñín Nel Cañedo, que en los últimos meses ha ganado gran popularidad por los vídeos que sube a las redes sociales denunciando las injusticias que, a su juicio, se producen en el medio rural. "Fuera del parque natural de los Picos de Europa estaríamos infinitamente mejor", afirma rotundo. "La salida no perjudicaría al turismo. Todo lo contrario. La gente relaciona el espacio protegido con Cangas de Onís o Cabrales, pero no con Onís, donde se podrían poner en marcha actividades de turismo activo hasta ahora no permitidas, como espeleología deportiva o barrancos, que atraerían a muchos visitantes", reflexiona.
En cuanto a posibles contras como la pérdida de subvenciones ganaderas, el pastor "youtuber" más mediático cree que son una falacia. "Las ayudas por tener animales en lo que ahora es el parque dependen de la Red Natura 2000 y se pueden obtener si se asocian esos terrenos a otra figura de protección que sea menos restrictiva y que esté gestionada directamente por el Ayuntamiento, y en la que se tenga en cuenta a sus cuidadores originales", valora.
El guarda rural Amador Asprón, que ejerce su profesión en Peñamellera Baja pero reside en Bobia de Abaju, también defiende la salida de Onís del parque de los Picos "porque con tanta legislación restrictiva se ha vuelto intransitable, lleno de alimañas como lobos que los mastines pueden controlar en tierras llanas castellanas, pero no en estos terrenos hondonados", dice. "Se recuperarían usos como la caza con la que se recaudarían fondos para efectuar obras de mejora en el entorno y se acabaría con la superpoblación de rebecos que mueren enfermos por viejos llenos de sarna", explica.
